Dra. María Alarcón
Especialista en: Estrabismo y Oftalmología Pediátrica.
Clínicas en las que atiende: Madrid.
Los principales problemas de visión que suelen diagnosticar los oftalmólogos pediátricos son:
A pesar de contar con todas las estructuras oculares completas, el ser humano cuando nace no tiene un sistema visual plenamente desarrollado y maduro. La capacidad visual se irá adquiriendo y perfeccionando a medida que la corteza cerebral recibe los estímulos apropiados y más o menos simétricos de ambos ojos durante los primeros años de vida.
La agudeza visual va mejorando desde el primer mes de vida y a los 3 años solo es de, aproximadamente, un 50%. El 100% se alcanzará, más o menos, a los 5 años.
Por esta razón, los primeros años de vida, hasta los 7 u 8 años, son cruciales para lograr un correcto desarrollo visual ya que, posteriormente, es mucho más difícil conseguir un adecuado desarrollo visual, dado que la plasticidad cerebral disminuye.
Durante este periodo de la vida es fundamental el diagnóstico precoz de aquellas anomalías que puedan impedir un desarrollo visual normal ya que, si no se detectaran a tiempo, podrían provocar secuelas irreversibles para toda la vida y un bajo rendimiento escolar. Para diagnosticar estos problemas oftalmológicos en los niños es necesario que los padres sean conscientes de la necesidad de realizar una serie de revisiones con su médico especializado en oftalmología pediátrica.
La revisión oftalmológica debe producirse cuando así lo considere el pediatra y, sobre todo, en el caso de niños prematuros o de bajo peso, que son más propensos a sufrir ciertas enfermedades oculares. También deberán remitirse al oftalmólogo los recién nacidos en los que el pediatra observe algún problema visual.
Para descartar cualquier problema ocular y conocer la situación visual del niño. En esta consulta en la clínica, el oftalmólogo valorará la graduación exacta del niño, revisará la vía lagrimal y explorará el interior del globo ocular y la retina para descartar patologías que puedan requerir un tratamiento médico inmediato.
Para diagnosticar posibles alteraciones de motilidad ocular, desviación (estrabismo) ojo vago u ambliopía. A esta edad los niños comienzan a colaborar y es más sencillo realizar determinadas pruebas, como la evaluación de la agudeza visual.
Si no se aprecian síntomas de trastornos visuales, conviene llevar a cabo revisiones oftalmológicas periódicas siguiendo las indicaciones del oftalmólogo pediátrico, cuyo objetivo principal es controlar y prevenir. Si el oftalmólogo detectara cualquier patología, indicará un tratamiento y unas pautas para realizar dichas revisiones.
En todas estas consultas, el especialista en oftalmología infantil empleará medios adaptados a las diferentes edades para la correcta valoración visual del niño, así como técnicas especiales de exploración para valorar las desviaciones oculares y la visión binocular que permiten un diagnóstico preciso para establecer el tratamiento más adecuado en cada momento.
Existen una serie de síntomas o señales que nos pueden indicar que un niño padece un problema visual:
Durante una primera consulta de oftalmología pediátrica, se realizan las siguientes pruebas:
4,8/5