El crosslinking corneal es un tratamiento cuyo objetivo es estabilizar la córnea y ralentizar o frenar la progresión del queratocono.
El queratocono es una enfermedad ocular que provoca una degeneración progresiva de la córnea y que se manifiesta en un adelgazamiento del tejido y, en ocasiones, en un alto astigmatismo irregular y una disminución de la agudeza visual. Además, es la principal causa de trasplantes de córnea entre la población joven.
El crosslinking también está indicado en otros tipos de ectasias o deformaciones de la curvatura corneal. Este tipo de patologías afectan a más de 230.000 personas en España.
Los oftalmólogos suelen indicar la necesidad de emplear el crosslinking corneal en los pacientes con queratocono en las siguientes situaciones:
Por lo tanto, podemos decir que el crosslinking corneal es una técnica con la que se trata de frenar la evolución del queratocono y sus consecuencias sobre la visión, pero no se utiliza por sí misma para corregir la patología una vez esta ha progresado.
Es necesario que el paciente candidato al crosslinking cumpla las siguientes condiciones:
Si la enfermedad ha progresado mucho y está muy avanzada o si la córnea ya es muy fina por su adelgazamiento es probable que el oftalmólogo opte por llevar a cabo un trasplante.
Para la intervención, es necesario que el médico especialista realice las siguientes pruebas:
Si el paciente cumple con los requisitos, es probable que el médico le presente esta técnica como alternativa, explicándole su efectividad y beneficios.
El tratamiento consiste en la aplicación sobre la córnea de una combinación de dos elementos:
Al tener lugar la interacción de estos dos tratamientos, se produce una reacción fotoquímica que da lugar a la aparición de nuevos enlaces de colágeno corneal, lo que refuerza y endurece la córnea, mejorando su calidad.
Por lo tanto, los objetivos del crosslinking corneal son:
En definitiva, con este procedimiento el oftalmólogo especializado en enfermedades de la córnea trata de disminuir la elasticidad del tejido corneal y de recuperar su rigidez y calidad original.
El crosslinking corneal es una técnica simple, no invasiva y que se realiza en el quirófano con anestesia tópica (gotas) y de forma ambulatoria, sin ingreso.
El cirujano no trabaja dentro del globo ocular, sino que actúa solo en la superficie de la córnea.
Además, la duración del tratamiento no suele superar los 30 minutos por ojo y con una sola sesión suele ser suficiente, aunque no hay inconveniente en repetirlo si fuese necesario.
El postoperatorio del crosslinking corneal no tiene grandes complicaciones, pero el paciente sí puede notar ligeras molestias durante los 2-4 días siguientes al tratamiento.
Los principales cuidados después del crosslinking son:
El grado de eficacia de esta técnica es muy elevado, logrando en el 99% de los casos, un endurecimiento de la córnea de entre un 70% y un 80%.
Habitualmente, los resultados de la aplicación del crosslinking corneal no se aprecian de forma inmediata. No se generan alteraciones ni mejoras de la visión rápidamente e, incluso, en algunos casos, pueden no producirse cambios, pero sí modificaciones de la estructura corneal y, como consecuencia, un aumento de su estabilidad para evitar un mayor deterioro visual y la progresión del queratocono hasta llegar a necesitar un trasplante.
Frente a la cirugía para el trasplante de córnea, el crosslinking tiene las siguientes ventajas: