Los defectos refractivos (miopía, hipermetropía, astigmatismo y presbicia o vista cansada) son los problemas visuales que afectan a un mayor número de personas en todo el mundo. Se relacionan con la forma en la que la luz entra en el ojo y se proyecta en la retina y afectan, fundamentalmente, a las dos lentes de las que dispone el ojo: la córnea y el cristalino.
Las dioptrías de estos problemas visuales pueden corregirse mediante gafas y lentillas o mediante diferentes procedimientos de cirugía refractiva.
La cirugía refractiva láser consiste, básicamente, en la utilización del láser Excímer para "pulir o tallar" la córnea y hacer que la luz impacte de forma correcta sobre la retina.
Este procedimiento es especialmente rápido, sencillo y cómodo para el paciente y se consiguen unos muy buenos resultados que se perciben casi de forma inmediata.
La cirugía refractiva láser puede aplicarse a través de diferentes técnicas de cirugía ocular:
A continuación, se aplica el láser Excímer para corregir la curvatura de la córnea y eliminar las dioptrías del problema refractivo.
Por último, el oftalmólogo vuelve a situar en su lugar el epitelio (en el caso de la técnica Lasek, no si se aplica la técnica PRK) y coloca una lente protectora externa que el paciente llevará durante unos días.
Esta técnica consiste en la introducción dentro del ojo de una lente artificial que ayuda a que la luz se proyecte de forma correcta sobre la retina, consiguiendo que la visión deje de ser borrosa. Habitualmente se utiliza como alternativa a la cirugía refractiva láser cuando esta no se puede aplicar por cualquier motivo.
Las lentes intraoculares pueden ser, básicamente, de dos tipos:
En el proceso de formación de las imágenes en el ojo, la luz procedente de los objetos tiene que atravesar diferentes estructuras (sobre todo la córnea y el cristalino) para que las imágenes puedan proyectarse adecuadamente en la retina. Estas estructuras, por lo tanto, deben ser totalmente transparentes. Las cataratas se producen cuando, debido sobre todo al envejecimiento, el cristalino se vuelve opaco y dificulta el paso de la luz hasta la retina, donde se forman las imágenes. Por esta razón, en el caso de las cataratas, la visión se vuelve borrosa y los colores pierden intensidad.
La cirugía para la corrección de las cataratas se basa en la utilización de ultrasonidos para disolver y extraer el cristalino deteriorado y en su sustitución por una lente intraocular artificial que realiza su misma función. Este proceso se denomina facoemulsificación
La retina es un tejido fotosensible muy delicado que puede verse afectado por una gran cantidad de patologías. Las más frecuentes se pueden clasificar en tres grandes grupos:
El tratamiento para los problemas de retina puede ser médico o quirúrgico a través de diferentes tipos de cirugía ocular (vitrectomía, cerclajes, cirugía convencional...).
Además de las ya citadas, existen otras patologías que pueden afectar seriamente a la visión y que pueden tener una alternativa quirúrgica. Es el caso del estrabismo, el queratocono y el glaucoma.
El estrabismo es un problema visual que provoca que los ojos no estén correctamente alineados. Existen diferentes tipos de estrabismo, pero, para su corrección estética y para evitar que influya en la calidad visual del paciente, debe ser abordado desde una doble vía:
En el caso del estrabismo, la operación quirúrgica sólo es necesaria si, una vez corregidos los defectos ópticos (con gafas o lentillas) y la ambliopía (con parches o con cualquier otra opción) persiste la desviación ocular.
La cirugía del estrabismo consiste en reforzar o debilitar cada uno de los músculos oculomotores, que suelen ser los responsables de que el ojo se desvíe. A través de este procedimiento se provoca un cambio en la acción de estos músculos y, en ocasiones, se cambia su posición y sus movimientos.
Entre los problemas de la córnea más frecuentes se encuentra en queratocono, que provoca el adelgazamiento, debilitamiento y deformación de esta parte del ojo que, progresivamente, va adquiriendo una forma cónica.
El tratamiento del queratocono puede ser abordado a través de diferentes procedimientos:
El glaucoma es una enfermedad visual que afecta al nervio óptico y que se produce por un aumento anormal de la tensión intraocular. En sus primeras fases es asintomática y su detección precoz es fundamental para conseguir un buen pronóstico ya que la pérdida visual que provoca suele ser irreversible.
El tratamiento del glaucoma pasa por el control de la presión ocular a través del uso de ciertos tipos de medicamentos (colirios) y, en los casos más graves, por la cirugía.
La cirugía para el control del glaucoma consiste en agrandar el conducto de drenaje del humor acuoso o en crear una nueva vía para favorecer que este líquido salga del ojo y disminuir la presión intraocular.