Tratamiento de los exudados duros
La diabetes mellitus es una enfermedad metabólica asociada a complicaciones tanto sistémicas como oculares. El principal motivo de la disminución de visión gradual en la retinopatía diabética es la aparición de un edema macular diabético, algo directamente relacionado con los exudados duros, en los que queremos profundizar en las siguiente líneas.
Índice
¿Qué son los exudados duros?
Se conoce como exudados duros o lipídicos a las lesiones amarillas con los bordes bien definidos que suelen estar vinculados a microaneurismas con fugas de líquido o microhemorragias. Habitualmente están formados por lipoproteínas y macrófanos cargados de lípidos. Con una biomicroscopía podemos evaluar el engrosamiento y la localización de estos microaneurismas.
¿Qué son los exudados blandos?
Por su parte, los exudados blandos o algodonosos son lesiones blanquecinas en la capa de fibras nerviosas de la retina. Se deben a una isquemia localizada con edema a nivel de las capas internas de la retina. De forma progresiva, el exudado tiende a desaparecer, aunque permanece la lesión.
¿Qué puede implicar la aparición de exudados?
A veces los exudados son los primeros signos visibles de la presencia de la retinopatía diabética. Por eso su identificación es clave en la prevención y diagnóstico de estos cuadros. Como decimos, los exudados son depósitos de lipoproteínas fagocitadas ubicadas en las capas externas de la retina. Suelen tener un aspecto céreo, de forma variada (pequeña y a veces confluente) y sus contornos pueden ser desde bordes fuertemente delimitados (exudados duros) hasta bordes difuminados (exudados blandos).
Los exudados duros amarillentos representan el depósito de lípidos en la retina procedentes de la salida de líquidos de los vasos retinianos. Pueden acabar siendo de forma estrellada dentro de la mácula, sobre todo en casos de hipertensión grave. En estas situaciones, la papila óptica se congestiona y edematiza (edema de papila).
Los exudados duros suelen aparecer con más frecuencia en el polo posterior y, en ocasiones, adoptan una disposición circinada. Tienden a aumentar con el paso del tiempo y a modificar su morfología. Se corresponden con depósitos extracelulares de lípidos y lipoproteínas que se producen como consecuencia del aumento de la permeabilidad vascular.
El tipo de exudados que presente una persona puede dar pistas sobre la gravedad del Edema Macular Diabético (EMD) que padezca. En caso de que no exista este problema tampoco habrá engrosamiento de la retina ni exudados en el polo posterior. En caso de un EMD aparentemente presente, se verá un engrosamiento de la retina o exudados duros en el polo posterior. Cuando hablamos de EMD presente, este puede ser de 3 tipos:
- Leve: engrosamiento de la retina o exudados duros en el polo posterior aunque alejados del centro de la retina.
- Moderado: engrosamiento de la retina o exudados duros en el polo posterior próximos al centro de la mácula sin afectar al centro.
- Grave: engrosamiento de la retina o exudados duros en el polo posterior con afectación de la mácula. Esto quiere decir que la agudeza visual disminuirá a medio plazo.
¿Cómo se tratan?
En cuanto al tratamiento de los exudados duros, se suele recurrir a la fotocoagulación panretiniana. Es una técnica utilizada en oftalmología que genera una cicatriz en la retina mediante quemadura terapéutica. Se hace aplicando un haz de luz (láser) sobre la retina. La cicatriz resultante nos permite detener el desarrollo de ciertas enfermedades retinianas.
La fotocoagulación permite aumentar la adherencia de la retina a la pared ocular, controlar zonas isquémicas en la retina con falta de oxígeno y eliminar zonas exudativas, es decir, los exudados duros.
Fuentes
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