Tapones lagrimales: ¿qué son?
Los tapones lagrimales o punctal plugs son una de las alternativas de tratamiento para el síndrome del ojo seco, un problema visual producido por enfermedades o daños que afectan a la producción, composición o retención de la película lagrimal en la superficie ocular.
Índice
¿Qué son los tapones lagrimales?
Los tapones lagrimales se insertan en los puntos lagrimales del ojo para reducir el drenaje de la lágrima y que esta se mantenga durante más tiempo en la superficie ocular. De esta forma, se alivian los síntomas del ojo seco y se evitan, en la medida de lo posible, las complicaciones asociadas a este problema.
Los puntos lagrimales se ubican en la esquina interior de los párpados superiores o inferiores y forman parte del sistema de drenaje del ojo. Recogen la lágrima y la depositan en los conductos lagrimales, que la llevan hasta la nariz.
Los tapones lagrimales tienen las siguientes características:
- Son del tamaño de un grano de arroz.
- Son prácticamente imperceptibles a la vista.
- Suelen estar fabricados de silicona.
- Funcionan tanto con lágrimas naturales como con lágrimas artificiales y pueden reducir la necesidad de gotas para los ojos.
- Es un procedimiento totalmente reversible.
¿Para qué se utilizan los tapones lagrimales?
El objetivo de los tapones, que se colocan en el sistema de drenaje lagrimal del ojo, es la preservación de la película lagrimal (lágrimas) que, de esta forma, se mantiene en el sistema ocular:
- Alivian la incomodidad de los pacientes.
- Proporcionan una superficie óptica regular.
- Previenen el daño que el ojo seco pueda provocar en la córnea.
Además, gracias a este tratamiento también se pueden producir mejorías en la agudeza visual y en el estado psicológico de los pacientes.
¿Qué tipos de tapones lagrimales existen?
Existen diferentes tipos de tapones lagrimales:
- Tapones lagrimales temporales. Suelen ser de colágeno y se disuelven pasados unos meses. Es habitual que se coloquen para ver si el paciente tolera este tipo de tratamiento antes de usar los tapones permanentes.
- Tapones lagrimales permanentes. Son implantes no reabsorbibles, generalmente fabricados con silicona. En algunos casos, el paciente deberá seguir usando lágrimas artificiales y, según el tipo de tapón usado, este deberá ser cambiado. Además, el paciente deberá seguir realizándose periódicamente controles oftalmológicos que incluyan medición de la cantidad y de la calidad de la lágrima y revisiones de la superficie ocular para localizar posibles lesiones.
- Tapones intracanaliculares. Duran más tiempo y pueden actuar como una solución permanente para el ojo seco. Se instalan más profundamente en el canal del conducto lagrimal.
¿En qué casos se utilizan?
Los tapones lagrimales constituyen un método seguro y efectivo para tratar el ojo seco severo en pacientes que cumplen con los criterios adecuados.
Se suelen emplear en pacientes en los que el uso frecuente de lágrimas artificiales se muestra insuficiente para paliar los síntomas del síndrome del ojo seco, especialmente en casos en los que esta enfermedad se presenta en forma moderada o severa:
- Mujeres postmenopáusicas.
- Personas de edad avanzada.
- Pacientes con síndrome de Sjögren.
¿Qué pruebas se realizan antes de implantar los tapones?
Antes de colocar los tapones lagrimales, el oftalmólogo suele realizar las siguientes pruebas:
- Examen oftalmológico y optométrico completo.
- Pruebas específicas para medir los signos de sequedad ocular y verificar el flujo y la calidad de la película lagrimal. Esto se suele realizar mediante el test de Schirmer.
- Los tapones están fabricados en diferentes tamaños y materiales, por lo que el oftalmólogo deberá examinar en profundidad el conducto lagrimal.
¿Cómo se colocan los tapones lagrimales?
Es habitual que, antes de usar tapones permanentes de los puntos lagrimales, se empleen tapones temporales.
Además, para evitar posibles efectos secundarios, como la epífora ocular o lagrimeo constante, no se suelen ocluir los dos conductos lagrimales de cada ojo a la vez (inferior y superior), sino que se realiza de forma progresiva para controlar los posibles efectos nocivos.
El procedimiento para la colocación de los tapones lagrimales tiene las siguientes características:
- Se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia tópica (gotas).
- Es totalmente indoloro para el paciente y no invasivo.
- Dura solo unos minutos.
- El especialista suele colocar los tapones con ayuda de una pinza.
- Una vez emplazados, se adaptan a la forma y el tamaño del punto lagrimal de cada paciente, sin producir generalmente ningún tipo de molestia.
¿Cómo se retiran los tapones lagrimales?
La retirada de los tapones dependerá del tipo de dispositivo que esté utilizando el paciente:
- Tapones de colágeno. Se disuelven solos en cuestión de semanas o meses.
- Tapones de silicona. Se retiran con una pinza, tal y como se colocaron, o empleando una solución salina.
- Tapones intracanaliculares. Requieren un procedimiento quirúrgico para extirparlos.
¿Existen riesgos o efectos secundarios?
Existen muy pocos riesgos asociados a este tratamiento y es infrecuente que ocurran complicaciones como exceso de lagrimeo (ojo lloroso), infecciones o alergias.
Fuentes
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