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El blog de la Oftalmología

Nuestros ojos nos dicen cómo hemos evolucionado

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Aunque nos parezca mentira, el cuerpo humano está en constante evolución. El ser humano ha ido adaptándose al medio que lo rodea y una prueba de esta adaptación son determinadas partes del cuerpo o reflejos instintivos que hoy en día no nos resultan útiles, pero que en su día tuvieron mucha importancia para que nuestros antepasados pudieran sobrevivir. Son, lo que podríamos llamar “vestigios” de la evolución humana (las muelas del juicio, el apéndice, el coxis…) que, como no, también podemos apreciar en nuestro sistema visual.

En este artículo te explicamos cómo ha evolucionado el ojo del ser humano y cómo se puede apreciar esta evolución en su anatomía actual.

¿Cómo ha evolucionado el ojo humano?

El ojo es un órgano especialmente complejo que posee mecanismos con un funcionamiento sorprendente que, todavía hoy, resultan difíciles de explicar para los científicos. Por ejemplo, somos capaces de detectr y diferenciar miles de colores, de adaptar la respuesta del ojo a la cantidad de luz que procede del exterior o de cambiar de un enfoque cercano a uno lejano en un tercio de segundo. Todos estos procesos puede explicarse gracias a la evolución, que fue estudiada por el naturalista inglés Charles Darwin.

Algunos pasos importantes en este proceso de evolución del ojo humano fueron:

1. El primer paso para la evolución y adaptación de los globos oculares puede encontrarse en la aparición de una mancha sensible a la luz compuesta por células fotosensibles, capaces de transformar la luz que llega a ellas en impulsos eléctricos.

2. El siguiente escalón en la evolución lo podemos encontrar en la transformación de los ojos planos en ojos con forma de copa. Estos globos oculares “tridimensionales” pueden detectar la dirección de la que proviene la luz.

3. Después de cientos de años de evolución, este ojo en forma de copa fue ganando profundidad y, al mismo tiempo, aparecieron mecanismos que permitían cerrar la entrada a la luz, una suerte de pupila primitiva. Gracias a este procedimiento, se consiguió el efecto estenopeico con el que nuestros ojos consiguen una mayor resolución y mejor enfoque.

4. El paso más importante para la evolución del globo ocular fue la formación de:

  • Las lentes:
    • Córnea. Es la capa exterior transparente que cubre la parte delantera del ojo. Una de sus funciones es la de enfocar la luz para que podamos ver con claridad.
    • Cristalino. Es una lente natural que ayuda a enfocar correctamente los objetos que se encuentran a diferentes distancias.
  • La retina. Es una capa de tejido sensible a la luz en la que se encuentran las células fotorreceptoras. Se ubica en la parte posterior del globo ocular y convierte las imágenes en señales eléctricas que, a través del nervio óptico, se envían al cerebro.

5. Posteriormente, el globo ocular se llenó de un líquido llamado humor vítreo que le permite:

  • Mantener la forma.
  • Mejorar la sensibilidad a la luz.
  • Concentrar la luz en un solo punto de la retina.

6. Poco a poco se fueron mejorando los mecanismos de:

  • Enfoque cerca/lejos, llevado a cabo por el cristalino.
  • Cantidad de luz que entra en el ojo, mediante el iris y la pupila.
  • Estabilización de la forma del ojo, mediante la esclerótica.
  • Lubricación y protección del ojo, gracias al aparato lagrimal.

La evolución del globo ocular humano ha tenido lugar de forma paralela al desarrollo del cerebro, que es el encargado de procesar las imágenes que le llegan desde la retina.

Anatomía del ojo

¿Qué es el repliegue semilunar de la conjuntiva?

Según algunos investigadores, la huella de esta evolución del ojo humano se encuentra en el repliegue semilunar de la conjuntiva.

La conjuntiva es una membrana casi transparente que recubre la superficie interna del párpado y la esclerótica (parte blanca del ojo). Sus funciones son:

  • Proteger al globo ocular de los agentes externos: polen, arenilla, insectos, polvo…
  • Interviene en la formación de algunos componentes de la película lagrimal, por lo que ayuda a la lubricación del globo ocular.
  • Contribuye a la defensa inmunológica del ojo.

El repliegue semilunar de la conjuntiva se encuentra en el ángulo interno del ojo y está oculto, en parte, por los párpados. Se trata, simplemente, de un engrosamiento de la conjuntiva en cuyo interior se puede encontrar una lámina cartilaginosa y fibras musculares.

Según algunos científicos, el repliegue semilunar de la conjuntiva podría ser un vestigio de la membrana nictitante o tercer párpado que está presente en algunos animales mamíferos, como los gatos, y algunos reptiles, peces o aves.

Estos animales tienen, como los seres humanos, dos párpados exteriores, pero cuentan, además, con una “telilla” situada debajo de los párpados principales cuya función es proteger el globo ocular y que se mueve horizontalmente en lugar de verticalmente. Como esta membrana es transparente, en los animales acuáticos sirve para resguardar el globo ocular y para que puedan mantener los ojos abiertos cuando se encuentran bajo el agua.

Un caso curioso es el de los camellos, que utilizan la membrana como los animales acuáticos para proteger sus ojos y poder moverse libremente durante las tormentas de arena.

Diversidad del ojo en el reino animal

Dentro de la naturaleza existen ojos de todos los tamaños, colores y formas. Ojos más simples y más complejos, que se adaptan a las necesidades de cada uno de los organismos.

  • Los ojos simples u ocelos son pequeñas estructuras fotorreceptoras presentes en muchos animales, que funcionan como órganos de la vista. Los podemos encontrar en algunos insectos, en las medusas…
  • Los ojos de las presas se orientan horizontalmente y permiten la rotación para controlar los posibles ataques de los depredadores en cualquier posición y venga de donde venga el peligro.
  • Los ojos de los depredadores se orientan verticalmente para regular la luz que entra dentro del globo ocular y, por ejemplo, ver durante la noche y para calcular las distancias con precisión milimétrica.
  • Algunas aves, como las águilas, cuentan con dos puntos focales para poder mirar al frente mientras también enfocan a los laterales. De esta forma, pueden ver objetos a más de tres kilómetros de distancia.
  • Algunos peces poseen unos ojos divididos en dos secciones, una que mira hacia arriba y otra que mira hacia abajo. Esto les permite avistar tanto a sus depredadores como a las presas por encima y por debajo del agua.

Fuentes



 

Autor

  • Clínica Baviera

    Con más de 30 años de experiencia, Clínica Baviera es uno de los centros de referencia en oftalmología en Europa. Su equipo médico está organizado en unidades especializadas (Unidad de Cirugía Refractiva, de Presbicia, de Cataratas, de Retina, de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo, de Glaucoma, de Córnea, de Cirugía Plástica Ocular, de Ojo Seco y de Neuroftalmología) en las que ofrece un servicio integral para el tratamiento de los problemas y enfermedades oculares.

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