Retinografía: qué es y cuándo se usa
La retinografía es una prueba diagnóstica que permite a los oftalmólogos poder ver el interior del ojo y el estado de la retina del paciente, lo que es especialmente útil a la hora de detectar enfermedades que afectan a esta parte del ojo, como pueden ser la retinopatía diabética o el desprendimiento de retina.
Índice
¿Qué es una retinografía?
Se llama retinografía a la prueba que permite obtener fotos en color de la retina del paciente y al resultado de este examen.
Estas fotografías se usan para:
- Registrar la apariencia de la retina del paciente.
- Revisar los posibles hallazgos que indican que puede existir una patología.
- Detectar cambios en esos hallazgos.
- Estudiar esos cambios y documentarlos.
Entre las ventajas de esta prueba destacan:
- Es una prueba sencilla, rápida e indolora. Dependiendo del tipo de retinografía que se realice, el examen durará entre 5 y 10 minutos.
- El paciente no corre ningún riesgo.
- No existe contacto con el ojo.
- Se realiza con equipos especializados, por lo que las fotografías que se obtienen son de alta calidad. Se pueden detectar alteraciones, incluso en fases muy precoces en las que todavía no existen síntomas.
- Las imágenes se registran en formato digital. Por esta razón se pueden enviar directamente a un lugar diferente a donde se encuentre el paciente, lo que facilita tanto el período de espera para la obtención de los resultados, como que el médico pueda analizar estos resultados sin necesidad de tener que desplazarse.
¿Qué enfermedades se pueden detectar con una retinografía?
La retinografía se emplea para el diagnóstico, seguimiento y análisis de la evolución del tratamiento de:
- Enfermedades de la retina:
- Desprendimiento de retina.
- Retinopatía diabética.
- Degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
- Retinosis pigmentaria.
- Retinopatía hipertensiva.
- Agujeros maculares.
- Edema macular.
- Nevus.
- Melanomas.
- Enfermedades vasculares de la retina.
- Problemas derivados de la miopía magna.
- Uveítis.
- Enfermedad de Stargardt o distrofia macular juvenil.
- Membrana epirretiniana.
- Glaucoma. La retinografía también permite observar el daño en la capa de fibras nerviosas de la retina que provoca el glaucoma y ofrece imágenes de la cabeza del nervio óptico.
Además, esta prueba también suele incluirse en las revisiones oculares anuales que están recomendadas a las personas mayores de 50 años, especialmente en el caso de pacientes con antecedentes familiares de patologías de la retina o con alguna de las enfermedades que afectan a la retina anteriormente descritas.
¿Qué tipos de retinografías existen?
Existen dos tipos de retinografías:
- Retinografías simples o centrales. Son que aquellas que, mediante una cámara clásica, permiten ver entre 30º y 50º de área retiniana -con una ampliación de 2,5x-, siendo la retina central, la mácula y el disco óptico las principales estructuras que se pueden analizar.
En este caso es necesario dilatar las pupilas.
- Retinografías de campo amplio. En este caso, la prueba capta más de 200º del área retiniana, es decir, ofrece información sobre un 80% de la retina en una imagen panorámica. Además de las estructuras mencionadas con anterioridad, capta una imagen completa de la retina periférica.
En este caso no es necesario dilatar las pupilas.
¿Cómo se realiza la retinografía?
Antes de la prueba
El equipo médico instilará unas gotas midriáticas para dilatar la pupila del paciente si es necesario en su caso.
Esta prueba no requiere ningún tipo de preparación previa.
Durante la prueba
- El paciente deberá sentarse delante del retinógrafo, siguiendo las indicaciones del equipo médico.
- Las fotografías se tomarán primero de un ojo y luego del otro.
- A continuación, las imágenes se graban y se almacenan digitalmente.
- Una vez recogidos los datos, el oftalmólogo será el encargado de interpretar los resultados y transmitirlos al paciente.
¿Quién debe realizarse una retinografía?
- Esta prueba está recomendada especialmente a:
- Mayores de 50 años.
- Personas diabéticas.
- Pacientes con hipertensión.
- Personas que padecen miopía magna.
- Pacientes con antecedentes familiares con enfermedades oculares.
¿Qué diferencia hay entre la retinografía y la OCT?
La retinografía y la OCT son pruebas complementarias que se usan para analizar la retina del ojo.
- Mediante la retinografía se obtiene una fotografía real y en color de la retina y del nervio óptico.
- La OCT realiza una exploración virtual mediante escáner de las capas que componen la retina y del nervio óptico. Aporta datos cuantitativos.
Fuentes
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