La cirugía no se recomienda en pacientes con problemas de coagulación u otras enfermedades graves.
La blefaroplastia es una cirugía muy poco invasiva que tiene como objetivo mejorar la apariencia y la funcionalidad de los párpados, tanto de los superiores como de los inferiores, cuando estos se han visto afectados por el paso del tiempo.
Para ello se procede a:
Estos factores hacen que el paciente parezca mayor y más cansado y también pueden interferir en la visión.
La blefaroplastia es la operación de párpados más común y, al igual que en otros tratamientos que se clasifican dentro de la cirugía plástica ocular u oculoplastia, el cirujano busca la mejora del paciente y, lo que es más importante, la recuperación de la función del ojo y de sus estructuras faciales anexas
No existe una cirugía estándar para todos los pacientes, sino que el especialista en cirugía plástica ocular deberá aconsejar a cada persona sobre el procedimiento más adecuado para su caso, en función de sus características físicas y de sus preocupaciones.
Para ello, el cirujano realiza unas microincisiones que quedan ocultas por el pliegue natural del párpado.
La blefaroplastia superior y la inferior se pueden realizar a la vez cuando es necesario.
En esta operación de párpados es importante evaluar cada caso de forma individual y es un tratamiento altamente personalizado.
El oftalmólogo especialista en cirugía plástica ocular debe valorar qué aspectos puede mejorar con esta operación, ya que el paso del tiempo puede afectar de forma diferente a las estructuras anexas al ojo:
Es un procedimiento quirúrgico que no requiere ingreso, las molestias para el paciente son mínimas (es una cirugía ambulatoria) y la duración máxima es de una hora, en el caso de que se operen los cuatro párpados.
La blefaroplastia no elimina las arrugas que pueden surgir alrededor de los ojos ni la caída de las cejas. Puede realizarse de manera aislada o junto a otras cirugías, como el lifting.
El antes y el después del paciente que se somete a una blefaroplastia es muy notable en la gran mayoría de los casos.
Los resultados de la blefaroplastia se pueden apreciar relativamente rápido y se mantienen durante años.
Las cicatrices pueden tener un aspecto rosado durante los primeros meses tras los tratamientos y, progresivamente, irán desapareciendo hasta convertirse en una línea prácticamente invisible.
En algunas personas la caída del párpado superior, provocada por el exceso de piel y el mal funcionamiento del músculo, es especialmente significativa y este llega a tapar parte de la visión. En estos casos, la blefaroplastia, además de promover un aspecto más rejuvenecido y descansado en el paciente, amplia y mejora su campo visual.
El precio de la blefaroplastia dependerá del tipo de operación que el médico considere que es necesaria para el paciente, por lo que el presupuesto para esta operación debe estar totalmente personalizado y debe ser entregado en la clínica en función de las características de cada persona.
La piel que rodea los ojos es la más fina del rostro y está siempre expuesta, por lo que es más vulnerable a la acción de ciertos factores internos y externos que provocan la aparición de arrugas de expresión, exceso de piel y exceso de grasa. De esta forma, el paciente puede llegar a tener una apariencia cansada y una mirada triste.
Estos factores son:
El globo ocular está rodeado de bolsas grasas, concretamente tres en el párpado inferior y dos en el párpado superior. Estas bolsas están rodeadas de una fina capa de tejido fibroso que se llama septum orbitario.
Con el paso de los años y de forma progresiva, el septum orbitario pierde tensión y las bolsas de los ojos se hacen visibles, provocando cambios en la forma y expresión de la mirada.
La distensión del párpado provocada por el paso del tiempo puede llegar a afectar a la visión, por eso es recomendable ponerse en manos de un cirujano oftalmólogo especializado en oculoplastia.
El objetivo de la blefaroplastia es conseguir unos resultados naturales y evitar el aspecto de “persona operada”.
Los resultados de la cirugía dependen, en gran medida, de que el paciente respete con precisión los cuidados postoperatorios que le indicará su cirujano y que pueden ser, entre otros:
Generalmente, los resultados de la cirugía de elevación de párpados suelen comenzar a apreciarse pasadas un par de semanas de la intervención. Será más o menos a partir de la sexta semana cuando el oftalmólogo podrá evaluar los resultados definitivos de la blefaroplastia, aunque la evolución dependerá de las particularidades de cada paciente.
Tras la intervención, el equipo médico realizará un seguimiento del paciente, comprobando que la recuperación avanza en la dirección adecuada. Además, el médico acordará con el paciente unos plazos a la hora de retomar su vida cotidiana.
La cirugía no se recomienda en pacientes con problemas de coagulación u otras enfermedades graves.