Dislipidemia: ¿qué es? Síntomas y consecuencias
La dislipidemia hace referencia al aumento de la concentración plasmática de colesterol y lípidos en la sangre.
Se trata de una condición que puede tener consecuencias graves para la salud, puesto que se asocia a patologías graves y degenerativas como: hipertensión, diabetes mellitus y diversas enfermedades cardiovasculares, como el infarto agudo de miocardio.
Índice
¿Puede afectar la dislipidemia a la vista?
El ojo, y en concreto la retina, está muy vascularizado, es decir a su interior llegan arterias y vasos capilares que, además, son muy estrechos, por lo que cualquier anomalía en la circulación de la sangre, por pequeña que sea, puede afectar en mayor o menor medida a la visión.
¿Qué problemas de visión están relacionados con la dislipidemia?
Tener el colesterol alto, por encima de los 240 mg/dl puede afectar a la vista de muy diversas formas.
Estos son los principales problemas de visión relacionados con la dislipidemia:
- Disminución de la calidad de la visión cromática. Un exceso de colesterol en sangre puede llegar a producir fallos en la corteza cerebral que concentra la función visual y derivar en una pérdida progresiva de la capacidad para diferenciar los colores.
- Bloqueo del flujo sanguíneo de la zona ocular. Este es, seguramente, el problema de visión más grave asociado a la acumulación excesiva de colesterol en las paredes de los vasos sanguíneos. Esta circunstancia puede reducir la oxigenación de los tejidos de venas y arterias provocando, en los casos más graves, un bloqueo del flujo sanguíneo. Cuando esta obstrucción tiene lugar en los vasos sanguíneos que riegan los ojos se puede producir:
- Pérdida temporal de visión (amaurosis fugaz).
- Pérdida total e irreversible de la vista si la oclusión tiene lugar en la arteria central de la retina.
- Signos estéticos: xantomas, xantelasmas y arco corneal o arco senil. Se trata depósitos de colesterol en la piel, alrededor de los ojos o en la córnea que, aunque no suelen provocar problemas de visión, suponen un problema de carácter estético para algunas personas.
¿Cuáles son los síntomas de la dislipidemia?
La dislipidemia es sí misma no suele presentar ningún síntoma específico y eso la hace más peligrosa.
Este problema normalmente se detecta cuando ya se encuentra en una etapa avanzada y se manif7iestan los síntomas derivados de las complicaciones de la enfermedad, que pueden ser muy graves:
- Infartos cerebrales.
- Patologías coronarias.
- Pancreatitis aguda.
- Enfermedades de la vista citadas anteriormente como los bloqueos de las arterias de la retina.
- Etc.
¿Cuáles son sus causas?
Aunque el origen de la dislipidemia puede tener un componente hereditario, casi siempre está asociado, en mayor o menor grado, a hábitos inadecuados y nada saludables:
- Dieta poco equilibrada y abundante en grasas.
- Estilo de vida sedentario y falta de ejercicio físico regular.
- Consumo excesivo de alcohol.
- Tabaquismo y otros hábitos tóxicos
¿Qué tipos de dislipidemias existen?
La dislipidemia se puede clasificar en función de las causas que la provocan.
- Dislipidemia primaria. Este tipo de dislipidemia es la que está provocada por factores genéticos y es hereditaria. Podemos diferenciar entre:
- Hiperlipidemia familiar combinada. Se desarrolla en adolescentes y adultos jóvenes y puede provocar colesterol alto.
- Hipercolesterolemia familiar. Conduce a niveles elevados de triglicéridos.
- Hipercolesterolemia familiar homocigótica o poligénica. Provocada por una mutación en los receptores de LDL.
- Hiperbetalipoproteinemia familiar. Provocada por una mutación en un grupo de lipoproteínas LDL llamadas apolipropoteínas.
- Dislipidemia secundaria. Es una condición adquirida y está provocada por factores como:
- Obesidad.
- Diabetes.
- Hipotiroidismo.
- Enfermedades renales o hepáticas crónicas.
- Alcoholismo.
- Síndrome de ovario poliquístico.
- Síndrome metabólico.
- Consumo excesivo de grasas, especialmente las saturadas y trans.
- Síndrome de Cushing.
- Enfermedad inflamatoria inrtestinal.
- Infecciones graves, como el VIH…
¿Cómo se diagnostica?
A menos que la dislipidemia esté provocando síntomas graves, este problema puede llegar a pasar desapercibido para el paciente.
El diagnóstico de la dislipidemia se puede realizar a través de un análisis de sangre rutinario o de un análisis en el que se estén buscando signos de otra enfermedad.
¿Qué factores pueden contribuir a su prevención?
Para evitar, en gran medida, la acumulación de colesterol en la sangre es imprescindible llevar una vida saludable basada en tres pilares básicos:
- Alimentación equilibrada.
- Ejercicio físico adaptado a las posibilidades de cada persona.
- Ausencia de hábitos tóxicos.
Otra cuestión fundamental es el control periódico mediante los análisis de sangre correspondientes, ya que de esta forma es posible detectar estos valores anormales de colesterol antes que deriven en patologías importantes, ya sean de la vista o de otros órganos.
¿Cuál es el tratamiento de la dislipidemia?
Los tratamientos para intentar restablecer el colesterol c-LDL, conocido como “colesterol malo”, a sus valores normales son muy variados y deben individualizarse a cada paciente, en función de su historial médico, de sus hábitos de vida, de la causa subyacente de la dislipidemia y de su gravedad.
Muchas veces, para conseguir contrarrestar la dislipidemia es necesario contar con la colaboración de un equipo médico multidisciplinar formado por nutricionistas y especialistas de los ojos o de otros órganos afectados.
Medicación
Cuando los niveles de colesterol son muy elevados o el paciente tiene otros factores de riesgo cardiovascular, los médicos pueden recetar uno o más medicamentos para controlar estos valores.
Cambio en los hábitos de vida
Tanto si el paciente debe tomar medicamentos como si no, algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a fomentar niveles saludables de lípidos en sangre:
- Reducir el consumo de grasas no saludables y favorecer en consumo de grasas saludables.
- Hacer ejercicio regularmente.
- Mantener un peso saludable.
- Reducir o evitar el consumo de alcohol y de tabaco.
- Descansar adecuadamente.
Fuentes
- Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) – Hipercolesterolemia
- MedlinePlus – Hipercolesterolemia familiar
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