Los efectos del sol en los ojos: la importancia de protegerlos
¿Quieres saber cuáles son los efectos del sol en los ojos? La luz solar no solo es peligrosa para nuestra piel, sino que también puede provocar diversas enfermedades y problemas oculares si no moderamos nuestra exposición a la radiación ultravioleta.
En este artículo te explicamos la importancia de proteger los ojos del sol de forma adecuada y los peligros que puede implicar una exposición directa a los rayos ultravioleta de forma prolongada.
Índice
¿Qué es la radiación ultravioleta?
La luz solar está compuesta por diferentes tipos de luz que se clasifican en función de la posición que ocupan en el espectro luminoso: luz visible, luz ultravioleta B, luz ultravioleta C, luz ultravioleta A…
La más conocidas de todas es la luz de rango visible, que es la que el ojo humano es capaz de percibir.
La luz ultravioleta se denomina así porque en el espectro lumínico está inmediatamente después de la luz visible de color violeta. Esta luz tiene las siguientes características:
- No puede ser percibida por los ojos.
- Los rayos ultravioleta tipo B son absorbidos en su mayoría por la capa de ozono, pero son los rayos ultravioleta tipos A y C los que llegan a nosotros en mayor medida, siempre dependiendo de las condiciones atmosféricas, altura del sol, latitud y altitud. Por esta razón su incidencia aumenta en verano.
- La luz ultravioleta tiene la capacidad de dañar las células del organismo humano.
¿Cómo afecta la radiación ultravioleta a los ojos?
Si nos exponemos al sol de una manera moderada, obtendremos beneficios como:
- La síntesis de vitamina D.
- La estimulación de procesos metabólicos y circulatorios…
Si abusamos de él, comenzarán a aparecer los efectos nocivos de la radiación ultravioleta.
Como hemos comentado, los rayos ultravioleta pueden dañar las células de nuestro organismo.
- En el caso de la piel, a corto plazo, provocan quemaduras que, a largo plazo, pueden derivar en cáncer de piel.
- Estos mismos daños que produce la luz ultravioleta en la piel son extrapolables a los ojos. La exposición directa y continuada a este tipo de radiación puede generar diversos problemas oculares, entre ellos, cáncer de párpado o distintos tipos de tumoraciones en el ojo.
¿Qué problemas y enfermedades oculares se producen por la radiación UV?
Existen muchos problemas y enfermedades oculares que están íntimamente relacionados con la exposición directa y sin protección a la luz solar.
Cataratas
Las cataratas se producen cuando la lente natural del ojo (cristalino) se opacifica y hace que el paciente comience a ver borroso, independientemente de la distancia a la que mire.
En la gran mayoría de los casos, la aparición de cataratas está íntimamente vinculada a la edad pero, según algunos estudios, una exposición continuada a la radiación ultravioleta puede acelerar este proceso.
DMAE
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) se produce como consecuencia de la acumulación de drusas en la mácula, la zona central de la retina que es esencial para ver correctamente. Estas drusas son desechos celulares que el cuerpo no consigue eliminar.
Como su nombre indica, la DMAE es un problema vinculado a la edad del paciente, pero, al igual que sucede con las cataratas, existen determinados hábitos que pueden acelerar su aparición y desarrollo. Entre estos hábitos negativos se encuentra la exposición directa y continuada a la luz ultravioleta.
A nivel de la retina, los rayos solares inciden en la mácula, provocando un daño fotoquímico que puede favorecer, junto con otros muchos factores como la alimentación, la edad o la predisposición genética, a la aparición de la DMAE.
Fotoqueratitis
La fotoqueratitis es el equivalente a las quemaduras solares de la piel, pero en los ojos. Según la gravedad de la quemadura, el paciente podrá presentar síntomas como:
- Fotofobia y molestias oculares en los casos menos graves.
- Dolor intenso y problemas en la retina en los casos más graves.
La fotoqueratitis está provocada por la sobreexposición directa de los ojos a la luz solar. Sin embargo, es muy habitual en los entornos de montaña, donde la luz solar no solo procede del cielo, sino que también se refleja directamente en la nieve, agravando aún más la exposición de los ojos a este factor de riesgo.
Melanoma ocular
El melanoma ocular es similar al melanoma dérmico, pero se diferencia de éste en que, en lugar de ubicarse en la piel, lo hace en alguno de los tejidos del ojo.
El melanoma es un tipo de cáncer. En concreto, el que afecta a los melanocitos, que son las células encargadas de la producción de la melanina (pigmento).
Cáncer de párpado
El cáncer de párpado es un tipo de melanoma dérmico que tiene la característica de ubicarse en esa parte de la piel que cubre los ojos.
A pesar de lo que se pueda pensar, el cáncer de párpado es bastante habitual. Los párpados están formados por una piel especialmente sensible que, como cualquier tejido dérmico, puede verse afectada por problemas como los melanomas.
A diferencia de otras partes de la piel, que sí se protegen cuando la exposición a la luz solar es mayor (por ejemplo, cuando aplicamos crema con factor de protección solar en la playa o en la piscina), los párpados y la zona de alrededor de los ojos no suelen protegerse con este tipo de productos.
Nevus o lunares oculares
Los nevus o lunares oculares aparecen en el ojo igual que lo hacen en la piel. Son concentraciones más o menos importantes de melanocitos que pueden aparecer en el iris o en la esclerótica (parte blanca del ojo). De esta concentración de melanocitos también dependerá su color, que puede ser más o menos oscuro.
Estos nevus oculares no tienen por qué ser necesariamente malignos. Sin embargo, es importante que el paciente vigile su evolución de manera continuada y que sean revisados por el oftalmólogo de forma frecuente. Esto debe hacerse, sobre todo, si cambian de color o aumentan su tamaño, ya que podríamos encontrarnos ante un nevus que se ha convertido en un melanoma.
Pinguécula
La pinguécula es un bulto o relieve que aparece en la zona que separa el iris y la esclerótica del ojo, aunque también puede aparecer en otras partes de la conjuntiva. Se trata de un tumor benigno que crece de forma irregular en el ojo y que, si sigue creciendo, puede provocar:
- Dificultades en la visión.
- Molestias al abrir y cerrar los ojos.
En estos casos, se suele recurrir a un procedimiento quirúrgico para extirpar la pinguécula.
Es un problema más habitual entre personas a partir de los 50 años y, aunque su aparición puede estar vinculada a varias causas, la exposición directa y continuada a la radiación ultravioleta es uno de sus factores desencadenantes más comunes.
Pterigión
El pterigión o pterigium se manifiesta de forma similar a la pinguécula. También se desarrolla en la conjuntiva, pero, a diferencia de la pinguécula que tiene un aspecto más definido y es como un bulto, tiende a manifestarse como una aparente tela irregular o triangular.
El pterigión es un tumor benigno, pero si llega a comprometer la visión, puede ser necesaria una cirugía.
Ojo seco
La inflamación de la córnea por exposición al sol puede provocar ojo seco.
¿Cómo podemos contrarrestar los efectos negativos que tiene la luz solar sobre nuestros ojos?
Existen diferentes formas de proteger los ojos del sol:
- Buscar los espacios sombreados cuando nos encontramos en zonas exteriores.
- Si queremos realizar una actividad al aire libre, procuraremos no hacerla en las horas centrales del día y reduciremos su duración.
- Usar gorras y sombreros que nos ayuden a evitar la incidencia directa de la luz ultravioleta.
- Las gafas de sol son la mejor herramienta que tenemos a nuestro alcance para proteger nuestros ojos del sol:
- Permiten proteger los ojos, los párpados y la piel circundante.
- Debemos usarlas especialmente cuando nos encontremos en zonas cercanas al ecuador, en la montaña o junto al mar, así como sobre superficies como el agua, la arena o la nieve, ya que en estos espacios aumenta la radiación porque se refleja la luz del sol.
- Es importante que elijamos unas gafas con los filtros adecuados y que cumplan con los estándares de calidad necesarios para desarrollar la actividad elegida.
- También es muy importante elegir unas gafas con el tamaño adecuado que nos protejan bien, tanto los ojos como las zonas anejas, como los párpados y la parte superior de los pómulos.
¿Cómo escoger las gafas de sol?
A la hora de escoger las gafas de sol que vamos a utilizar, lo más importante es comprobar que éstas sean unas gafas de sol homologadas.
Además, debemos tener en cuenta factores como:
- La estación del año en la que nos encontramos.
- El área geográfica donde estamos y las condiciones atmosféricas.
- El tipo de actividad que vamos a desarrollar, la duración de la misma y la hora a la que vamos a estar al aire libre.
Estos son los puntos que debemos revisar:
- Las gafas deben tener el marcado CE.
- El segundo aspecto técnico es elegir el tipo de filtro solar de las lentes. Los más habituales conjugan el color con la capacidad de absorción.
Es muy importante saber que el color o la oscuridad de las lentes no tiene por qué tener relación directa con su capacidad de absorción de los rayos ultravioleta, por lo que debemos escoger las gafas en función del filtro de absorción y no por su aspecto.
Según el grado de intensidad con el que filtran las lentes la luz visible, la Unión Europea clasifica estos filtros de 0 a 4.
Las gafas con categoría 0 reducen hasta un 20% la luz visible y se recomiendan como gafas de confort.
Las de categoría 1 reducen la luz entre un 20% y un 57% y se recomiendan para actividades como caminar por la ciudad.
Las de categoría 2 (57% a 82%) para deportes al aire libre, como pasear e ir en bicicleta.
Las de categoría 3 (82% a 92%) para deportes en zonas de mucho sol como playa, mar y montaña.
Las de categoría 4 (con una protección del 92% al 98%) para actividades en alta montaña y deportes acuáticos intensos.
Para la mayor parte de la población, unas gafas de sol homologadas de categoría 2 o 3 suelen ser la mejor alternativa, ya que se pueden adquirir a precios asequibles y, al mismo tiempo, ofrecen una protección que se adapta a, prácticamente, todas las situaciones y necesidades cotidianas.
No obstante, a la hora de elegir unas gafas de sol lo más recomendable será acudir a una óptica de confianza y preguntar directamente.
3. Las lentes polarizadas van a reducir sustancialmente el deslumbramiento, siendo especialmente recomendadas para los conductores. Aunque sí aportan ventajas en cuanto al confort de la visión, tienen poco efecto sobre las propiedades de absorción de radiaciones, por eso debemos asegurarnos de que si compramos unas gafas polarizadas, los cristales tengan, además, un filtro adecuado.
¿Existen gafas de sol especiales para niños?¿Qué particularidades tienen?
Los niños suelen estar más expuestos al sol que los adultos, tanto en el verano como en el periodo escolar, debido a las actividades deportivas o de recreo que realizan al aire libre algo, por otra parte, fundamental para su desarrollo y crecimiento.
La mayor parte de los problemas visuales asociados a la exposición solar se dan en personas de edad avanzada, pero esto se debe a que el daño que la radiación ultravioleta ejerce en los ojos es acumulativo. De este modo, los daños que el sol provoca en los ojos se manifiestan mucho después de que la persona haya estado expuesta durante mucho tiempo a la radiación ultravioleta.
Para evitar el daño visual en niños debido al sol o que se manifiesten enfermedades asociadas a este factor en un futuro debemos seguir estas recomendaciones:
- Intentar evitar la exposición prolongada a los rayos ultravioleta en las horas centrales del día (de 11:00 a 16:00), aunque no debemos olvidar que los rayos ultravioleta siguen incidiendo el resto del día e incluso cuando está nublado.
- Los lactantes y niños menores de 6 meses no deben estar expuestos al sol y deben permanecer siempre a la sombra.
- Cuando la edad del niño lo permita, deberíamos recomendar el uso de gafas de sol con filtros adecuados para el uso de actividades al aire libre y en niños con gafas graduadas insistir en que éstas tengan los filtros adecuados.
Fuentes
- Academia Americana de Oftalmología (AAO) – The Sun, UV Light and Your Eyes
- University of Utah – How to tell if your sunglasses are really protecting your eyes
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