Propiedades de la grosella que ayudan a cuidar tus ojos y tu vista

En conjunto, las propiedades de la grosella la convierten en un alimento ideal a la hora de mantener nuestras facultades visuales. 

Aunque el deterioro progresivo de la vista se considera una consecuencia prácticamente inevitable del envejecimiento, esto no es del todo cierto. De hecho, unos hábitos de vida saludables y caracterizados por una alimentación equilibrada pueden minimizar, retrasar y hasta evitar la aparición de síntomas y patologías visuales asociadas al paso de los años. Y, en este sentido, las propiedades de la grosella nos ayudan a conseguirlo.

¿Qué fruto es la grosella?

La grosella es un fruto pequeño, que puede ser de color rojo o negro. Su pulpa es traslúcida con tonos rojos o verdes. Se caracteriza por su sabor agridulce, el cual se hace especialmente intenso cuando el fruto alcanza su máximo grado de maduración.

¿Cómo ayuda la grosella a cuidar nuestros ojos?

La grosella, como todas las bayas, es un fruto que aporta cantidades notables de vitamina C, vitamina A y otros antioxidantes. Por ello, en los últimos años, ha ido adquiriendo protagonismo en determinados ambientes, sobre todo cuando se habla de nutrición y dietas para perder peso. Sin embargo, lo que muy pocas personas saben es que la grosella presenta, a la vez, enormes beneficios para nuestra salud visual, quizás más que otros alimentos a los que tradicionalmente asignamos dichas cualidades.

Además, tanto la grosella roja como la grosella negra contienen importantes cantidades de flavonoides y antocianinas, que destacan por su acción protectora de los vasos sanguíneos más pequeños. Estos vasos sanguíneos son, por ejemplo, los que llegan a la retina.

¿Qué relación existe entre los antioxidantes y la DMAE?

El consumo habitual de grosellas ayuda a prevenir enfermedades degenerativas de la visión. Por ejemplo, la Degeneración Macular asociada a la Edad (DMAE). En este sentido, algunos estudios precisan que por cada 100 gramos de grosella es posible hallar entre 190 y 270 miligramos de antocianinas, una cantidad que, hasta el momento, no se ha descubierto en ningún otro alimento natural.

Algunas patologías de la vista, como sucede con la DMAE, se producen, en gran medida, como consecuencia de la acción de los radicales libres presentes en el entorno. Sin embargo, la acción de estos radicales libres se puede prevenir gracias a los antioxidantes, sustancias que contrarrestan el efecto de los radicales libres y que llegan a nuestro organismo principalmente a través de la comida saludable que consumimos, por ejemplo la grosella. 

¿Qué beneficios tiene la grosella para la salud?

Algunos de los principales beneficios que aporta un consumo habitual de esta fruta son los siguientes: 

• Las grosellas tienen la facultad de contrarrestar la acción de los radicales libres por su alto contenido en vitamina A.
• Contienen flavonoides y antocianinas, unos elementos naturales de gran eficacia a la hora de mantener los vasos sanguíneos en perfecto estado, lo que es fundamental para que las venas o arterias que llegan a los ojos (y al resto de órganos de nuestro cuerpo) no se endurezcan y obstruyan, provocando una visión deficiente.
• También poseen importantes propiedades antiinflamatorias, por ser una fruta muy rica en ácidos grasos esenciales.
• Mejoran el funcionamiento del sistema digestivo. Esto lo consiguen gracias a su alto contenido en fibra y minerales, como el hierro, el potasio y el calcio.
• Son eficaces a la hora de combatir las infecciones urinarias.
• Mejoran el sistema circulatorio, nervioso y muscular. Esto lo consiguen, sobre todo, gracias a su alto contenido en potasio.
• Ayudan a bajar de peso y a mantenernos en nuestro normopeso. 
• Previenen las infecciones respiratorias.
• Tienen un papel preventivo y hasta curativo en determinados problemas de la piel.
• Pueden ayudar a prevenir algunos tipos de cáncer.

¿Cómo se come la grosella?

Las grosellas se pueden tomar tanto solas como en forma de confituras, zumos multifruta o jarabes. Una forma fácil y sencilla para incluirlas en nuestra dieta es tomarlas en macedonia o en otros preparados saludables. Por ejemplo, con yogur natural batido, avena y otros frutos rojos como los arándanos, moras, fresas y frambuesas. 

Cuidar de nuestra salud: clave para un mejor envejecimiento

El mantenimiento de un buen estado de salud visual y general, sin que el paso del tiempo acabe provocando una huella excesiva en la salud de nuestros ojos, se sustenta en tres pilares básicos: 

• Llevar una dieta sana y equilibrada
• Practicar ejercicio físico adecuado a nuestra edad y capacidad física. 
• Evitar malos hábitos, como el tabaco o el alcohol. 

Un cuarto factor lo constituye la realización de chequeos médicos frecuentes. Esta cuestión es especialmente importante en el caso de la vista, puesto que las visitas al oftalmólogo sirven para detectar muchas patologías o problemas visuales que, de no tratarse a tiempo, podrían llegar a ser realmente peligrosos para nuestra salud. De hecho, a partir de los 40 años, lo más recomendable es realizar estos chequeos periódicos al menos una vez al año.