Colirios antibióticos para los ojos: ¿para qué se usan?
El colirio es el tipo de tratamiento médico que mejor se adapta a las necesidades de nuestros ojos, que son unas de las partes más sensibles y delicadas de nuestro organismo. Las ventajas de los colirios son que se presentan en forma de gotas, por lo que su aplicación es fácil, directa y, por otro lado, no se corre el peligro de que los ojos puedan dañarse. En función de la patología, dolencia o necesidad ocular que tengamos existen diversos tipos de colirios, entre ellos los denominados colirios antibióticos.
Los colirios oftalmológicos son, por lo tanto, un medicamento líquido que se coloca en los ojos dosificadamente en forma de gotas. En la actualidad, existen muchos tipos de colirio en función de la patología o problema ocular a tratar. Cuando se precisa receta médica, solemos hablar de colirios antibióticos.
Índice
¿Se necesita siempre receta médica?
Los colirios antibióticos, a diferencia de las lágrimas artificiales o las gotas para tratar la irritación ocular, precisan siempre de prescripción médica. Es decir, no pueden adquirirse sin receta y, por lo tanto, nunca deben administrarse sin el control de un especialista. No debemos olvidar que un colirio con antibiótico es un medicamento y que, por lo tanto, una aplicación del mismo innecesaria o defectuosa puede llegar a provocar efectos perjudiciales y contraproducentes para la salud de nuestros ojos.
¿Para qué se utilizan los colirios antibióticos?
La principal función de los colirios que incorporan antibióticos es acabar con las bacterias que puedan amenazar la salud de nuestros ojos. Por este motivo, su principal uso es como remedio de la conjuntivitis bacteriana (inflamación de la conjuntiva causada por la acción de algún tipo de bacteria).
¿Qué tipos de colirios con antibióticos existen?
Los tipos más comunes de colirios que incluyen antibióticos son:
- Bactericidas: Los colirios con capacidad para eliminar bacterias se utilizan generalmente como sustitutos o alternativa a la penicilina o la tetracilina, ya que estos dos antibióticos presentan problemas para penetrar en la córnea o en la capa externa del ojo. Uno de los colirios bactericidas más usados es el que incluye aminoglucósido, el cual es muy eficaz contra las bacterias gram-negativas, como las pseudonomas, las cuales destacan por tener una gran capacidad para propagarse por el interior del ojo a través del rímel o el uso de lentes de contacto.
- Bacteriostático: Los colirios bacteriostáticos se caracterizan por no tener capacidad para eliminar las bacterias, pero sí impiden que se multipliquen. Normalmente incluyen sulfaonamadi.
- Combinados de antibióticos. Existen también soluciones de colirios que combinan los antibióticos con otros medicamentos, como los esteroides. Este tipo de combinaciones se utilizan para aumentar la eficacia de determinados tratamientos para los ojos.
¿Qué recomendaciones seguir para el uso de colirios?
Como ocurre con cualquier otro medicamento, es muy importante seguir la siguientes recomendaciones en el uso de colirios antibióticos:
- No usarlos nunca sin receta médica.
- Seguir estrictamente las indicaciones del facultativo en cuanto a: modo de uso, posología, duración del tratamiento, etc.
- Leer el prospecto, especialmente las indicaciones de mantenimiento y posibles contraindicaciones.
- Respetar la fecha de caducidad y no usar los colirios que hayan permanecido abiertos más de un mes, ya que pueden perder efectividad o provocar efectos secundarios indeseados.
- Nunca compartir los colirios, ya sean con antibióticos o no, para evitar contagios.
- Lavarnos muy bien las manos antes de colocarnos los colirios.
- También se debe evitar el contacto de la punta del frasco con el ojo, para prevenir infecciones o lesiones.
- Aunque no suelen ser habituales y, normalmente son pasajeros, debemos estar muy atentos a los posibles efectos secundarios de los colirios y acudir al médico si son muy intensos o no desaparecen en un par de días. Estos pueden ser: visión borrosa, escozor, picor e irritación, entre otros.
Los colirios que incluyen antibióticos son medicamentos normalmente muy efectivos para el tratamiento de enfermedades de los ojos provocados por bacterias, como algunos tipos de conjuntivitis. Tienen la gran ventaja de que a través del tratamiento con gotas es posible llegar directamente al interior del ojo, algo que en ocasiones es muy complicado o imposible de conseguir con la ingesta de antibióticos por vía oral o intravenosa.
No obstante, como todo medicamento, los colirios con antibióticos siempre deben ser prescritos por un especialista, quien indicará al paciente las dosis adecuada y la forma correcta de administración, además de realizar un control del tratamiento para garantizar su eficacia y evitar posibles efectos secundarios.
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