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¿Qué es el nervio óptico?

El nervio óptico es el nervio sensitivo que conecta cada uno de los globos oculares con la parte del cerebro encargada de la visión, que está situada en el lóbulo occipital. Por lo tanto, la función del nervio óptico es la de transportar las imágenes recibidas por el sistema visual, transformadas en impulsos nerviosos, hasta el cerebro, donde serán procesadas. Por este motivo, un nervio óptico dañado puede tener consecuencias fatales para la vista, provocando pérdidas irreparables de la visión, que pueden ser parciales o, en los casos más graves, hasta totales.

¿Cuál es su función?

Habitualmente, el nervio óptico se considera el segundo de los doce pares craneales o nervios craneales, doce pares de nervios que comunican el encéfalo con distintas zonas periféricas (cabeza, cuello, tórax y abdomen).

El nervio óptico está formado por los axones de las células ganglionares de la retina. Dentro del ojo, estos axones se unen y forman la porción intraocular del nervio, también llamada papila óptica o disco óptico.

La retina es el tejido sensible a la luz que está situado en la parte interior del ojo, donde se proyectan las imágenes que han entrado en el ojo a través de la córnea, que han pasado por la pupila, y que han atravesado el cristalino. En la retina, a través de las células fotosensibles que la componen (conos -encargados de la visión diurna y del color- y bastones -encargados de la visión nocturna y de la percepción del movimiento periférico) se producen una serie de fenómenos químicos y eléctricos por los que las imágenes se transforman en impulsos nerviosos.

El nervio óptico tiene aproximadamente 1,5 millones de axones (un axón es la prolongación de las neuronas especializadas en conducir el impulso nervioso) y su longitud total es de unos 5 centímetros hasta el quiasma óptico, el punto donde se unen y entrecruzan los nervios procedentes de ambos globos oculares.

Las imágenes formadas en cada una de las retinas se cruzan al lado opuesto del cerebro en el quiasma óptico. Esto permite que las imágenes de cada lado del campo de ambos ojos se transmitan al lado apropiado del cerebro.

¿Cuáles son las causas del nervio óptico dañado o atrofia del nervio óptico?

El nervio óptico puede dañarse como resultado de diferentes procesos:

Glaucoma

Habitualmente, el glaucoma se produce por un problema en el drenaje del humor acuoso en el interior del ojo. Esto provoca un aumento anormal de la presión intraocular (PIO) que acaba provocando daños en el nervio óptico.

El glaucoma es una patología que debe controlarse y estabilizarse cuanto antes. Para ello es necesario que el paciente se realice chequeos periódicos y frecuentes de la presión intraocular, ya que en las primeras fases es una enfermedad que no suele dar síntomas.

El glaucoma se puede tratar mediante:

  • Fármacos
  • Cirugía
  • Una combinación de los dos tratamientos anteriores.

Traumatismos oculares

Los traumatismos oculares pueden estar causados por accidentes laborales, accidentes de tráfico o domésticos, agresiones o contusiones durante la práctica de algún deporte o ejercicio físico...

Se clasifican en:

  • Traumatismos cerrados. Causados por un golpe o contusión con un objeto romo (no puntiagudo).
  • Traumatismos abiertos. Provocados por la acción de un objeto perforante.
  • Contacto del ojo con algún producto químico.

Estos traumatismos pueden provocar daños en el nervio óptico, además de otras patologías como cataratas, glaucoma o desprendimiento de retina.

Neuropatías ópticas

Estas enfermedades, que suelen ser consecuencia de una patología sistémica de base y crónica, alteran el normal funcionamiento del sistema nervioso y, concretamente del nervio óptico. Por lo tanto, pueden dañar gravemente la visión.

En función de su origen se clasifican en:

  • Neuropatías ópticas isquémicas. Son las más frecuentes y se producen por un déficit en la irrigación del nervio óptico que provoca la muerte irreparable de las neuronas y la atrofia del nervio.
  • Neuropatías ópticas compresivas. Están provocadas por tumores o aneurismas que presionan y atrofian el nervio óptico.
  • Neuropatías ópticas tóxico-carenciales. Se producen por una mala alimentación, por el consumo de alcohol o tabaco o por la exposición a ciertas sustancias, como el plomo o el metanol, entre otras.
  • Neuropatías ópticas hereditarias. Son resultado de problemas genéticos que causan una lesión del nervio óptico que suele ser permanente y, en algunos casos, progresiva. Las más conocidas son la atrofia óptica dominante y la neuropatía óptica de Leber.
  • Neuropatías ópticas traumáticas. Se producen cuando el nervio se secciona, alarga o inflama como resultado de un traumatismo.

Neuritis óptica

La neuritis óptica es una patología que consiste en la inflamación del nervio óptico secundario y que puede tener un origen desconocido o estar provocada por:

  • Enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico o la sarcoidosis.
  • Enfermedades desmielinizantes, como la esclerosis múltiple.
  • Infecciones directas o indirectas del nervio óptico por bacterias o virus.
  • Intoxicación por sustancias.
  • Deficiencia de vitamina B12.

La rama de la medicina que se encarga del estudio de estas patologías se conoce como neuroftalmología.

¿Cuáles son sus síntomas?

El principal síntoma de la atrofia o daño en el nervio óptico es la disminución o pérdida total o parcial del campo visual (porción del espacio en el que los objetos son visibles durante la fijación de la mirada en una dirección).

Otros posibles síntomas de patologías que afecta al nervio óptico son:

  • Visión borrosa.
  • Visión oscurecida (el paciente percibe la imagen como si hubiera menos iluminación o como si tuviera menos brillo).
  • Visión alterada de los colores.
  • Aparición de flashes o destellos luminosos.
  • Dolor al mover los ojos.

Estas manifestaciones pueden aparecer de forma rápida o progresiva y pueden afectar a uno o ambos ojos.

¿Cómo se realiza el diagnóstico de la atrofia del nervio óptico?

El especialista en oftalmología debe valorar diferentes aspectos y realizar distintas pruebas para evaluar el estado del nervio óptico:

  • Examen del fondo de ojo a través del oftalmoscopio para valorar el posible grado de afectación del disco óptico.
  • Medición de la agudeza visual de lejos y de cerca.
  • Graduación
  • Campimetría. Permite analizar si se ha producido una pérdida del campo visual, especialmente del periférico que apenas provoca síntomas.
  • Examen de los movimientos oculares.
  • Análisis de la visión cromática para medir el grado de pérdida de la visión del color.
  • Tonometría para medir la presión intraocular.
  • Reflejo pupilar a la luz
  • Tomografía de coherencia óptica (OCT).

Además, se pueden realizar otras pruebas adicionales, como una resonancia magnética nuclear.

¿Se puede tratar el nervio óptico dañado o atrofia?

El tratamiento del daño en el nervio óptico dependerá de la patología que lo haya ocasionado (glaucoma, neuritis, traumatismos...).

En algunos casos, la pérdida de visión es irreversible, pero es muy importante determinar y tratar la enfermedad que la ha ocasionado. De esta manera impediremos que aumente el deterioro visual e, incluso, que el mismo problema afecte al otro ojo.

Este contenido ha sido elaborado por el Dr. Gonzalo Muñoz

Oftalmólogo. Director Médico de Clínica Baviera España. Cirujano de las Unidades de Cirugía Refractiva, Cataratas, Presbicia y Glaucoma.

El Dr. Muñoz cuenta con una amplia experiencia en procedimientos de cirugía refractiva láser (Lasik, Lasek y PRK), cirugía intraocular, incluyendo cataratas e intercambio refractivo de cristalino (con lentes monofocales, multifocales y tóricas) y cirugía del glaucoma. Además, ha realizado más de 110 publicaciones en revistas indexadas con factor de impacto y ha participado en múltiples proyectos de ayuda humanitaria en países en vías de desarrollo con el objetivo de luchar contra la ceguera evitable.

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