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Cómo tratar un problema de ojos hundidos o enoftalmos

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Los ojos hundidos o enoftalmos se producen por un desplazamiento del globo ocular hacia la parte posterior de la órbita del ojo. Este es un problema básicamente estético, pero, en cualquier caso, es necesario que un especialista realice un análisis y diagnóstico para descartar que la causa sea una enfermedad grave, hecho que, por otra parte, es posible pero bastante infrecuente.

Ojos hundidos o enoftalmos: ¿qué síntomas presenta este problema y cómo saber que lo tenemos?

En la mayor parte de los casos, las personas que padecen enoftalmos únicamente presentan ese aspecto de ojo u ojos hundidos y no tienen otros síntomas visuales.

El enoftalmos debe ser diagnosticado por un especialista en oftalmología y debe distinguirse de otras patologías visuales que hacen que el ojo parezca retraído cuando en realidad no lo está:

  • Del llamado falso enoftalmos, que está causado por la reducción del tamaño del globo ocular (microftalmos) o de los tejidos orbitarios extraoculares.
  • De la caída del párpado (ptosis).
  • De un exoftalmos (ojo saltón) en el ojo contrario.
  • Del síndrome de Horner, una lesión en los nervios faciales simpáticos que se caracteriza por provocar síntomas como las pupilas contraídas, la disminución de la transpiración o el párpado caído.

¿Cuáles son las principales causas y factores de riesgo del enoftalmos y de los ojos hundidos?

Envejecimiento

El paso de los años puede provocar la pérdida de tejido adiposo en la zona que rodea los ojos. Este problema puede empezar a aparecer a partir de los 40 años y suele estar relacionado con la merma de la hidratación y del volumen de la zona. Como consecuencia:

  • Aparecen sombras y círculos oscuros alrededor de los párpados inferiores.
  • Disminuye la densidad ósea facial.
  • Las estructuras de soporte que mantienen los tejidos juntos pierden poco a poco su integridad.
  • Se produce un efecto de vaciado en diferentes áreas de la cara.

Traumatismos o fracturas

Un golpe fuerte en el ojo puede provocar un enoftalmos unilateral, que afecte solo al ojo que ha sufrido el accidente.

Los ojos hundidos también pueden estar producidos por una fractura del suelo orbitario cuando se desplaza una parte del contenido orbitario.

Enfermedades autoinmunes y cáncer de mama metastásico

Estas patologías pueden provocar retracción y fibrosis de los tejidos orbitarios y atrofia de la grasa y, como consecuencia, sensación de ojos hundidos.

Deshidratación

Uno de los principales síntomas de la deshidratación en el ser humano son los ojos hundidos.

Razones genéticas

Estas razones suelen estar relacionadas con la anatomía ósea y de los tejidos blandos de la cara y de los párpados. Si la piel del párpado es delgada, hará que debajo se vea el músculo y el hueso.

Estilo de vida

El estilo de vida también tiene mucho que ver con la aparición de los ojos hundidos. La falta de sueño es una de las causas básicas del daño prematuro de la piel y el envejecimiento. El tabaco también incide negativamente en este sentido, ya que las sustancias que contiene descomponen el colágeno y reducen la elasticidad de la piel.

Otras causas

Detrás de esta situación, también puede haber procedimientos de blefaroplastia mal realizados, hematomas o algunos medicamentos para el glaucoma.

¿Cómo se realiza el diagnóstico de los ojos hundidos?

Cuando un paciente acude a un especialista por un posible enoftalmos, éste normalmente le realizará las pruebas diagnósticas necesarias para determinar el alcance del problema y, de esta forma, valorar si es necesario o no aplicar algún tratamiento y determinar cuál es el más adecuado.

Estas son las pruebas que se suelen realizar, aunque a veces no son necesarias todas ellas:

  • Examen oftalmológico completo.
  • Examen específico de la zona palpebral y periocular.
  • Test de Hertel o exoftalmometría, que consiste en medir de forma muy precisa la posición de ambos ojos.
  • También se puede realizar un TAC orbitario para valorar la causa del enoftalmos.

El diagnóstico del enoftalmos es más complicado cuando este problema afecta a ambos ojos, ya que no es posible compararlos entre sí.

 ¿En qué consisten los tratamientos del enoftalmos?

A partir de los resultados de estas pruebas y dependiendo de la gravedad y etiología de cada caso concreto, serán el especialista, junto con el paciente, los que decidirán la opción más adecuada para tratar el problema.

Lo más habitual será recurrir a una operación de cirugía plástica o reparadora para reconstruir la zona orbitaria. Existen varias opciones que también puede ser complementarias:

  • Colocación de implantes o placas de titanio o Medpor.
  • Injertos de grasa en los cuadrantes orbitarios.
  • Técnicas de lipofilling, que consisten en la inyección de una cánula de adipocitos en la zona orbital que previamente han sido extraídos del abdomen u otras zonas del paciente.

¿Los ojos hundidos pueden provocar problemas psicológicos?

El enoftalmos es, además de un problema estético y oftalmológico, una patología que conlleva una fuerte carga emocional que puede derivar en trastornos como la depresión, la ansiedad o el aislamiento social. Si el paciente es menor, también puede ser objeto de burlas que deriven en mobbing y/o fracaso escolar.

Por estas razones, el enoftalmos es un problema que debe abordarse desde varios frentes:

  • La cirugía plástica ocular, siempre que sea necesario y posible.
  • El apoyo emocional, tanto de la familia y el entorno del paciente como de personal especializado.

Fuentes



 

Autor

  • Clínica Baviera

    Con más de 30 años de experiencia, Clínica Baviera es uno de los centros de referencia en oftalmología en Europa. Su equipo médico está organizado en unidades especializadas (Unidad de Cirugía Refractiva, de Presbicia, de Cataratas, de Retina, de Oftalmología Pediátrica y Estrabismo, de Glaucoma, de Córnea, de Cirugía Plástica Ocular, de Ojo Seco y de Neuroftalmología) en las que ofrece un servicio integral para el tratamiento de los problemas y enfermedades oculares.

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