La causa exacta de las migrañas oculares se desconoce hasta el momento, aunque muchas de las personas que las padecen suelen tener antecedentes familiares con este mismo problema.
Sí se han identificado determinados factores ayudan en su aparición, recurrencia e incrementan la intensidad de los síntomas.
Estos dolores de cabeza suelen producirse por factores neurológicos que afectan al cerebro, que pueden incluir:
Entre las causas de este problema también se barajan algunas enfermedades:
Los principales síntomas de las migrañas oculares son síntomas visuales, aunque también se pueden producir otros indicios.
Este proceso puede llegar a causar trastornos visuales importantes, como la pérdida temporal de la visión o la distorsión en la percepción de las imágenes.
Entre estos síntomas oculares podemos destacar:
Además de los síntomas visuales, las migrañas oculares pueden provocar:
Pese a la aparente aparatosidad de estos síntomas, lo cierto es que, normalmente, la jaqueca ocular no representa un problema de salud grave ni suele dejar secuelas.
En realidad, estos halos de luz y otras alteraciones visuales no suelen durar más de unos minutos, dando lugar después a la típica jaqueca, normalmente localizada en un lado de la cabeza y de mayor duración: desde unas cuantas horas hasta dos o tres días.
Esta dolencia suele aparecer por primera vez durante la juventud y es crónica, es decir, muy probablemente va a acompañar al paciente durante toda su vida, aunque con un carácter cíclico.
Las personas con jaqueca oftálmica pueden estar meses, incluso años, sin sufrir ningún episodio de migrañas y luego, de repente, tener varios seguidos.
Existen dos tipos principales de migraña:
Las auras en la visión se describen como destellos, puntos brillantes, líneas en zigzag y luces que preceden a la migraña.
Además de estas manifestaciones, el aura puede ir acompañada de:
Estos síntomas también pueden aparecer durante el dolor de cabeza o al finalizar el mismo, aunque esto es menos frecuente.
En cuanto al dolor de cabeza que sucede al aura, generalmente se inicia en un lado del cráneo y puede extenderse al otro lado hasta el punto de ser incapacitante. En ocasiones, se describe dolor detrás de un ojo o de la parte posterior de cabeza y cuello.
La causa principal de la migraña con aura es una actividad anormal del cerebro que puede estar provocada por múltiples factores como el estrés mental o físico, la falta de sueño o de alimento, los ruidos fuertes, los cambios hormonales o la ingesta de ciertos alimentos, bebidas o medicamentos. No se han podido determinar con claridad otros factores.
Existen diferentes tipos de migrañas con aura, en función de los síntomas que preceden al dolor de cabeza que pueden ser o no visuales.
Es la forma más frecuente y puede aparecer en uno o ambos ojos con las siguientes manifestaciones:
En general, los síntomas de las auras visuales se pueden dividir en:
Se presenta con hormigueos en la punta de los dedos de las manos o en el hombro, en la comisura de la boca o en la lengua.
El paciente describe dificultad para articular las palabras o problemas para entender lo que escucha.
Es como el aura visual, pero afecta solo a un ojo.
Incluye síntomas visuales, sensitivos o del lenguaje.
Se manifiesta con parálisis parcial o total de un lado del cuerpo y alteración de la consciencia.
El diagnóstico de migraña lo suele llevar a cabo un especialista basándose en signos subjetivos explicados por el paciente.
No obstante, ante la primera aparición de los síntomas, o si estos no siguen el patrón típico, es muy probable que el médico realice una serie de pruebas de imagen cerebrales para comprobar que no existe otra patología que requiera otro tipo de tratamiento o intervención:
En la mayoría de los casos, y cuando el dolor es soportable, el tratamiento más habitual se reduce al descanso en condiciones concretas de oscuridad y silencio.
Para el tratamiento farmacológico de la migraña ocular, oftalmopléjica o retiniana se suelen utilizar analgésicos, antiinflamatorios o los nuevos medicamentos específicos denominados triptanes.
Cuando las migrañas oculares son muy frecuentes (más de 5 o 6 episodios al mes) es necesario aplicar un tratamiento preventivo:
Estos tratamientos médicos se emplean para evitar que se desencadenen estos episodios y para que disminuya su frecuencia e intensidad.
La mejor forma de prevenir este tipo de migraña es que cada paciente, en función de su experiencia personal, trate de evitar los factores desencadenantes de sus crisis si es que se conocen. Entre estos factores se suelen incluir el estrés o el cansancio excesivo.
Por otro lado, existen ciertos hábitos y sustancias que pueden constituir los factores desencadenantes de la migraña. Entre los más comunes suelen citarse:
De hecho, uno de los factores que habrá que tener más en cuenta para su prevención es que sea el propio paciente quien identifique qué posibles estímulos se han dado en las horas previas a la aparición de un episodio de migraña o jaqueca oftálmica. Esto es muy importante ya que, después de que se hayan repetido en varias ocasiones, se podrá tener información suficiente como para poder establecer un patrón común que permita al paciente evitar, en la medida de lo posible, los factores desencadenantes.