La cuenca del ojo y su morfología
La cuenca del ojo, también conocida como órbita del ojo, es la cavidad donde se aloja el globo ocular. Constituye parte del espacio del cráneo e incluye los ojos, así como los párpados y las glándulas encargadas de la producción de las lágrimas.
Si quieres saber más sobre la cuenca del ojo, qué importancia tiene y cuáles son los problemas que pueden aparecer en ella sigue leyendo y te lo contamos.
Índice
¿Qué es la cuenca del ojo?
Las cuencas de los ojos son dos espacios en el cráneo que se ubican de forma simétrica a sendos lados superiores de la nariz.
Este espacio es el que aloja en su ubicación a los ojos, así como a todas las estructuras alrededor de estos que permiten que funcionen de forma correcta. Por ejemplo, las glándulas lagrimales, los músculos orbitales, el nervio óptico, etc.
¿Cómo es la morfología de la cuenca del ojo?
La cuenca del ojo está formada por las cavidades orbitarias, las cuales se sitúan de forma simétrica a cada uno de los dos lados de las fosas nasales.
Cada una de estas fosas adopta una forma de pirámide cuadrangular, presentando un vértice en la base que se abre, por diversas fisuras, a la cavidad craneal.
Por lo tanto, en dichas cavidades orbitales podemos distinguir:
- Una base.
- Un vértice.
- 4 caras: suelo, pared medial, pared lateral y techo.
En lo que respecta a las paredes, estas se encuentran formadas por 7 huesos del cráneo:
- Esfenoides.
- Frontal.
- Cigomático.
- Maxilar.
- Lacrimal.
- Etmoides.
- Platino.
¿Cuáles son los músculos de la cuenca del ojo?
Los músculos que encontramos en la cuenca del ojo son los siguientes:
- Recto inferior.
- Recto superior.
- Recto lateral o recto externo.
- Recto medial o recto interno.
- Oblicuo inferior u oblicuo menor.
- Oblicuo superior u oblicuo mayor.
¿Cuál es la función de la cuenca del ojo?
La cuenca u órbita del ojo es una estructura muy importante y contribuye de forma esencial al desarrollo de la visión.
Sus principales funciones son:
- Aloja, sostiene y protege a los ojos y al resto de estructuras indispensables para el funcionamiento del sistema visual: los párpados, las glándulas lagrimales y las vías lagrimales.
- Permite el movimiento de los ojos a través de los músculos.
Las fracturas de la cuenca del ojo
A nivel de enfermedades y problemas de la cuenca del ojo, las más frecuentes son las fracturas, existiendo 3 tipos principales:
- Fractura de reborde orbitario: son fracturas causadas por un golpe directo en el rostro, la mayoría de veces debido a un accidente automovilístico (impacto del volante o del tablero). Este tipo de fracturas suelen ser importantes y, en ocasiones, provocan daños en el nervio óptico o en el cerebro.
- Fractura indirecta de piso orbitario: es lo que se conoce como “fractura por estallido” y ocurre cuando, tras un impacto, el reborde óseo del ojo no sufre ningún daño, pero el suelo de la órbita, al ser más delgado, se rompe o se quiebra. En bastantes ocasiones, estas lesiones se producen practicando deporte, debido al golpe fortuito con una bola o un contrario.
- Fractura directa de suelo orbitario: esta situación tiene lugar cuando la fractura se disemina por las partes circundantes del suelo de la órbita y del reborde. Las lesiones más comunes de esta clase se suelen dar en accidentes laborales.
¿Cuáles son los principales síntomas de una fractura de la cuenca del ojo?
Los síntomas de este problema son muy variables, en función de lugar donde se produce la fractura y su intensidad o gravedad:
- Ojo morado.
- Inflamación y una pigmentación azul o negra alrededor del ojo donde se ha producido la lesión.
- Enrojecimiento y áreas con sangrado ubicadas en la parte blanca del ojo y/o en el revestimiento interno de los párpados.
- Dificultades para centrar la mirada.
- Anomalías de la visión: visión doble o borrosa.
- Abultamiento o hundimiento del ojo.
- Entumecimiento de párpados, pómulos o labios
- Inflamación o deformación de los pómulos o la mejilla.
¿Cuándo acudir al médico?
Siempre que recibamos un golpe o traumatismo en un ojo debemos acudir al médico. Incluso aunque no haya síntomas evidentes e inmediatos. La razón es que existen determinados problemas derivados de un golpe en el ojo que no muestran signos hasta que la situación ha evolucionado y ha empeorado. Por ejemplo, un desprendimiento de vítreo o un desprendimiento de retina.
Debido a esto, siempre que recibamos un golpe de cierta consideración en la cabeza o en la cara debemos acudir al médico para que pueda realizar un chequeo del estado de la zona.
¿Cómo tratar las fracturas de la cuenca del ojo?
Si la fractura de la órbita no es muy importante, el tratamiento no suele ir más allá de la administración de antibióticos y el control de la lesión.
Sin embargo, aquellos pacientes que presentan una fractura importante (sobre todo si va acompañada de hundimiento ocular, enoftlamos y/o visión doble o visión borrosa) es posible que precisen de un tratamiento quirúrgico.
La cirugía de la cuenca de los ojos consiste en elevar, con máximo cuidado, los elementos de la órbita que se han desplazado. A continuación, se procede a colocar una placa, tornillos o microplacas de titanio con el objeto de reemplazar el hueso roto.
Fuentes
- Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Partes del ojo y cómo vemos
- Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Fractura orbitaria
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