Meibomianitis: Inflamación aguda de las glándulas de los párpados
En ocasiones, se puede sentir una especie de molestia o picor en el párpado. Lo más común, es que esta molestia termine manifestándose como una inflamación aguda de las glándulas del párpado o meibomianitis.
En estos casos, es importante actuar correctamente, ya que según el tratamiento que sigamos, podremos solucionar este problema antes y, sobre todo, evitar complicaciones mayores.
Índice
¿Qué es la inflamación aguda de las glándulas del párpado?
Las glándulas de Meibomio son unas pequeñas glándulas sebáceas que se encuentran situadas en los bordes de los párpados. Su función es producir lípidos y proteínas que son absorbidos lentamente por la película lagrimal con el objetivo de:
- Proporcionarle estabilidad.
- Retrasar su evaporación.
La meibomianitis o disfunción de las glándulas de Meibomio se manifiesta cuando se produce una alteración en el normal funcionamiento de estas glándulas, que se inflaman y pueden secretar una cantidad excesiva o insuficiente de grasa y proteínas.
- Si la cantidad de sustancias que producen es excesiva, éstas se pueden acumular en los bordes de los párpados, favoreciendo la proliferación de bacterias.
- Si la cantidad de sustancias que producen es insuficiente, pueden aparecer síntomas asociados al ojo seco.
¿Cuáles son las causas de la meibomianitis?
La disfunción de las glándulas de Meibomio puede producirse por diferentes causas:
- Alteraciones hormonales que se producen en etapas de la vida como la adolescencia o la menopausia. Este problema es más común a medida que aumenta la edad del paciente.
- Alergias.
- Uso de lentillas o lentes de contacto.
- Blefaritis crónica.
- Síndrome de Sjögren.
- Presencia de enfermedades dermatológicas, como la rosácea, la piel atópica o el acné.
- Uso de ciertos medicamentos, como los antidepresivos, los antihistamínicos o ciertos fármacos para tratar el acné.
- Presencia de ácaros o piojos en las pestañas.
- Factores ambientales, como el uso excesivo de pantallas, la temperatura, el viento o la humedad ambiental.
- Dietas poco saludables.
En algunos casos no se puede identificar una causa concreta que provoque el mal funcionamiento de las glándulas de Meibomio.
¿Cuáles son sus síntomas?
Algunos de los síntomas asociados a la disfunción de las glándulas de Meibomio son:
- Enrojecimiento de los bordes de los párpados.
- Inflamación de la zona.
- Secreción viscosa o acuosa en el ojo.
- Sequedad ocular.
- Visión borrosa.
- Parpadeo excesivo.
- Fotofobia o sensibilidad a la luz.
- Orzuelos recurrentes.
- Sensación de arenilla.
- Picor en los párpados.
- Descamación de la piel alrededor del ojo.
- Aparición de costras en las pestañas.
- Pérdida de pestañas.
- Pestañas que crecen de forma anormal.
¿Cómo actuar y cuándo acudir al médico?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la inflamación aguda de las glándulas del párpado es una enfermedad bastante común. De hecho, lo más normal es que la mayoría de las personas la sufran en algún momento de su vida.
En las condiciones adecuadas, se trata de una infección que se solucionará correctamente en una o dos semanas sin presentar mayores problemas para el paciente. No obstante, si queremos que la curación se realice de la mejor manera posible, lo más recomendable será acudir al oftalmólogo o a la farmacia para que nos recete los medicamentos más adecuados.
¿Cómo se diagnostica?
La meibomianitis se puede diagnosticar por medio de un examen oftalmológico completo centrado. especialmente, en:
- La valoración de los párpados y, sobre todo, de las glándulas de Meibomio para evaluar si están o no bloqueadas.
- El análisis de la película lagrimal a través de pruebas como el test de Schirmer o la medida de la osmolaridad de la lágrima.
También se pueden tomar muestras de las costras o residuos para determinar la presencia de bacterias.
¿Qué tratamiento seguir?
Según la situación en la que se encuentre la inflamación aguda de las glándulas del párpado, el oftalmólogo optará por un tipo de tratamiento u otro. Es muy importante que no apliquemos medicamentos que no hayan sido recetados expresamente por nuestro médico, así como evitar remedios populares (por ejemplo, la aplicación de infusión de manzanilla) que, en lugar de mejorar la inflamación, lo más probable es que empeoren la situación.
Higiene ocular
En la mayoría de los casos, el oftalmólogo optará por recomendar la limpieza de la zona afectada, especialmente de los párpados. Lo más aconsejable es realizar la limpieza con productos debidamente formulados para tal fin que están disponibles en las farmacias.
Lágrimas artificiales
El médico puede recomendar el uso de lágrimas artificiales si el paciente experimenta sequedad en los ojos como resultado de la disfunción de las glándulas de Meibomio.
Antibióticos
También es bastante habitual que el médico recete una pomada con antibiótico. esta pomada se aplica directamente en el ojo y en el párpado, y permite detener y contrarrestar la presencia de las bacterias causantes de la infección.
En algunos casos, el médico prescribirá la toma de antibióticos orales.
Sondaje de las glándulas de Meibomio
Es un tratamiento quirúrgico que tiene como objetivo extraer el contenido graso del interior de las glándulas.
Lipiflow
Es un tratamiento que consiste en la aplicación de calor y presión en los párpados superiores e inferiores con el objetivo de desobstruir las glándulas y aliviar la inflamación. Sus resultados son bastante duraderos.
Tratamientos específicos para enfermedades dermatológicas
Si el paciente presenta rosácea, piel atópica o acné, el especialista puede indicar tratamientos específicos para estas dolencias.
La meibomianitis no es una afección que amenace la visión. Sin embargo, puede ser una causa recurrente de irritación ocular y molestias. Muchas personas encuentran que los tratamientos son frustrantes, debido a que los resultados a menudo no son inmediatos. No obstante, estos tratamientos ayudarán a reducir los síntomas en la mayor parte de los casos.
¿Se puede prevenir?
En algunos casos no se puede prevenir la disfunción de las glándulas de Meibomio, pero sí existen ciertas medidas que ayudan a paliar sus síntomas y reducir las posibilidades de sufrir molestias, especialmente en pacientes que ya las han tenido:
- Mantener una higiene ocular adecuada para detener el posible crecimiento de bacterias.
- Tratar las enfermedades dermatológicas que puedan afectar a los párpados.
- Llevar una dieta adecuada.
Fuentes
- Laboratorios Thea – Clasificación y diagnóstico de la disfunción de las glándulas de Meibomio
- Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Glándulas de Meibomio
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