Goniotomía: qué es, fases del procedimiento y beneficios de la cirugía
La goniotomía es una de las cirugías que se emplea para mitigar los efectos del glaucoma congénito, una anomalía que afecta a los niños en sus primeros meses de vida o antes de los 3 años y que se caracteriza por el aumento de la presión intraocular, algo que provoca el deterioro de las fibras del nervio óptico.
De no ser tratado a tiempo, el glaucoma congénito puede generar daños irreversibles en la salud visual de los pequeños como, por ejemplo, la pérdida parcial o total de la visión.
Existen varios tipos de glaucoma congénito en función del nivel de presión intraocular que se alcance. En los casos más graves, es muy habitual que la recomendación que se realice inmediatamente después del diagnóstico es una intervención quirúrgica por cualquiera de los métodos existentes, entre ellos la goniotomía.
Índice
¿En qué casos se realiza la goniotomía?
El glaucoma congénito, en la mayoría de los casos, se manifiesta en los primeros meses de vida del niño o en la primera infancia (ante de los 3 años). Practicar la cirugía de forma precoz permite evitar daños irreversibles en la visión causados por el avance de esta patología.
El glaucoma congénito, a diferencia del glaucoma crónico simple del adulto, responde de forma inadecuada a los tratamientos con fármacos, por lo que generalmente precisa una intervención quirúrgica para su adecuado control.
La goniotomía es una cirugía que está indicada para pacientes que presentan glaucomas congénitos u otros tipos de glaucomas infantiles con estas características anatómicas específicas:
- Glaucoma congénito primario. Presencia de alteraciones en la estructura del ángulo iridocorneal desde el nacimiento.
- Glaucoma asociado a disgenesias del segmento anterior. Alteraciones congénitas que afectan a la formación del ángulo iridocorneal.
- Casos refractarios a tratamiento médico o con daño progresivo en el nervio óptico.
En estos casos, y para que la goniotomía pueda realizarse con seguridad, la córnea del niño no puede presentar síntomas de opacidad antes de la intervención.
Hasta la fecha, la goniotomía es un tratamiento que se ha revelado efectivo en el 80% de los casos.
¿Qué pasos se siguen para realizar una goniotomía?
El objetivo primordial de la goniotomía es lograr que el paciente obtenga niveles de presión intraocular normales o aceptables evitando, de paso, que el nervio óptico sufra nuevos daños. Recordemos que este nervio es el encargado de transmitir los estímulos visuales en forma de impulsos eléctricos desde el ojo, concretamente desde la retina, hasta el cerebro.
Estos son los pasos que habitualmente se siguen durante una goniotomía:
- El cirujano realiza una incisión en la córnea para acceder a la cámara anterior del ojo.
- Una vez el especialista ha accedido al interior del ojo, el siguiente paso consiste en seccionar una pequeña cantidad de tejido ubicado justo en el ángulo que forma la córnea con el iris, donde se encuentra la red trabecular o trabéculo. Para ello, el cirujano utiliza un instrumento especialmente diseñado para este fin, que se llama bisturí de goniotomía. El trabéculo es la zona por donde el humor acuoso se filtra hacia la cámara anterior del ojo. En la mayor parte de los pacientes con glaucoma congénito, el trabéculo no está bien desarrollado y esto impide un correcto drenaje del humor acuoso y provoca que la presión intraocular aumente.
- Como consecuencia de la abertura que se ha realizado en el ángulo formado por la córnea y el iris, se produce un desplazamiento del iris hacia atrás. Esta acción permite que se amplíe dicho ángulo y que el humor acuoso fluya con más facilidad hacia la cámara anterior del ojo que antes de la intervención.
- Al ampliar el ángulo iridocorneal, el especialista también logra que la presión intraocular elevada, que es la principal característica del glaucoma congénito, disminuya notablemente.
- Por último, se verifica que la apertura sea adecuada y se minimizan los riesgos de sangrado o daño a estructuras vecinas.
Exámenes previos a realizar una goniotomía
Como es lógico, antes de realizar una gonitomía, el oftalmólogo deberá realizar diferentes pruebas al paciente. Estas pruebas permitirán que el especialistas conozca:
- Qué tipo de glaucoma sufre el paciente.
- En qué fase se encuentra la enfermedad.
De esta forma, el oftalmólogo determinará si la goniotomía es la solución más recomendable y cómo se deberá llevar a cabo este procedimiento en el caso de que, finalmente, el médico recomiende la intervención.
Algunas de las pruebas más comunes que suelen llevarse a cabo antes de la goniotomía son:
- Campimetría. Permite el estudio del campo visual del paciente.
- Gonioscopia. Consiste en una visualización directa del ángulo iridocorneal.
- Tonometría. Permite conocer la presión intraocular.
- Paquimetría. Se realiza para conocer el grosor de la córnea.
- Exploración del nervio óptico. Mediante diferentes técnicas, se exploran las características particulares del nervio óptico del paciente. Puede realizarse una exploración directa o una tomografía de coherencia óptica (OCT).
Datos interesantes relativos a la operación
- Antes de la operación, el paciente podrá recibir un tratamiento farmacológico determinado. Esto se lleva a cabo con la finalidad de reducir la presión intraocular antes de que tenga lugar la cirugía.
- Esta intervención se realiza en quirófano, con anestesia local y sedación completa para evitar que el niño sienta dolor.
- La operación se realizará solo de forma parcial sobre una parte del trabéculo. En concreto, únicamente sobre un ángulo de 120 grados. Esto permite que, si con una cirugía no se soluciona completamente el problema, se pueda optar por ampliar el ángulo en una segunda operación y, de esta forma, asegurarse mejores resultados.
- Se trata de una operación mínimamente invasiva, ya que no se introducen prótesis o elementos externos en el globo ocular del paciente.
- Después de la cirugía, es habitual que el paciente presente inflamación en la zona de la intervención. Se trata de una reacción normal que no suele conllevar problemas. No obstante, el médico correspondiente deberá llevar a cabo las revisiones pertinentes durante todo el postoperatorio.
- Después de la operación de goniotomía, es posible que algunos pacientes tengan que someterse a nuevas operaciones. No obstante, estas nuevas intervenciones no tendrán que ser necesariamente nuevas goniotomías, sino que podrán presentar variaciones en el tratamiento con el objetivo de adecuarlo lo mejor posible a las necesidades del paciente.
¿Cuánto dura una goniotomía?
Se trata de una operación que tiene una duración media estimada de 45 minutos.
Recuperación después de la cirugía
La recuperación tras la goniotomía suele ser rápida y la mejoría se aprecia en sólo unos días.
- Después de la cirugía pueden aparecer molestias que remiten con el tiempo y el tratamiento adecuado como:
- Es habitual que el paciente deba usar durante un tiempo colirios de esteroides y antibióticos según las indicaciones del equipo médico.
- El oftalmólogo programará visitas periódicas de seguimiento con el objetivo de controlar la presión intraocular del paciente y para asegurarse de que no es demasiado alta ni demasiado baja.
¿Cuáles son los riesgos de la goniotomía?
Aunque es un procedimiento seguro, la goniotomía puede asociarse con ciertas complicaciones como:
- Hipema. Acumulación de sangre en la cámara anterior del ojo.
- Atalamia. Pérdida del tono ocular y aplanamiento de la cámara anterior del ojo.
- Infecciones postoperatorias. Son poco habituales porque hoy en día se aplican estrictas medidas higiénicas en los quirófanos.
- Cataratas.
- Desprendimiento de retina o de coroides.
- Fracaso del procedimiento en casos de ángulos muy estrechos o severamente alterados. En estas situaciones se produce una persistencia del aumento de la presión intraocular y es necesario realizar una nueva intervención. Puede realizarse otra goniotomía o el cirujano puede optar por otras técnicas quirúrgicas, como el implante de válvulas de drenaje o la trabeculectomía.
¿Cuánto tiempo dura el efecto de la cirugía?
La goniotomía puede ser muy efectiva en etapas iniciales del glaucoma congénito, pero algunos pacientes pueden requerir procedimientos adicionales o tratamiento médico complementario.
¿Es lo mismo goniotomía que trabeculectomía?
La goniotomía es una técnica quirúrgica que pertenece al grupo de las denominadas cirugías angulares, cuyo objetivo es controlar la presión intraocular actuando directamente sobre el ángulo que forman la córnea y el iris para ampliarlo y mejorar la capacidad de drenaje del ojo. La goniotomía se suele emplear para tratar el glaucoma congénito.
La trabeculectomía, sin embargo, pertenece al grupo de las denominadas cirugías filtrantes, cuyo objetivo también es controlar la presión intraocular, pero ayudando a filtrar el humor acuoso a través de la creación de nuevas vías de desagüe. La trabeculectomía se emplea en adultos con glaucoma crónico simple o en glaucomas congénitos cuando el estado de la córnea no permite realizar una goniotomía o cuando ésta haya resultado insuficiente para el control evolutivo del glaucoma.
¿Se puede realizar una goniotomía después de una cirugía de cataratas?
Sí e, incluso, es habitual realizar los dos procedimientos a la vez.
Conclusiones clave
* La goniotomía es una técnica quirúrgica que se utiliza para tratar el glaucoma congénito. * Su objetivo es reducir la presión intraocular para evitar daños en el nervio óptico . * Se puede aplicar siempre y cuando el paciente no presente síntomas de opacidad corneal. * La recuperación de esta cirugía suele ser rápida, aunque en muchos casos es necesaria una segunda intervención. |
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