Fóvea del ojo: ¿qué es?

La fóvea del ojo es una parte fundamental del globo ocular y, a pesar de ello, muchas personas no la sabrían ubicar en la anatomía general del ojo. Esto se debe, quizás, a que ocupa una parte muy pequeña de la retina. Sin embargo, aunque sea una parte tan minúscula, es una zona importantísima para nuestra salud visual, ya que de ella depende la visión central de nuestro campo de visión. 

En este artículo te contamos qué es la fóvea, cuáles son sus funciones y qué problemas pueden afectar a estas parte del ojo.

¿Qué es la fóvea del ojo?

La fóvea del ojo es un área del globo ocular que se corresponde con el centro de la mácula que, a su vez, es una parte de la retina.

La retina es la pared interna posterior del globo ocular y es la responsable de percibir la luz que llega al interior del ojo a través de la pupila y transformarla en impulsos eléctricos que son transmitidos a través del nervio óptico hasta el cerebro.

Justo en el centro de la retina se puede observar una pequeña depresión con aspecto semiesférico. Es lo que se denomina mácula y se ocupa de la visión central de nuestro campo de visión mientras el resto de la retina se encarga de la visión periférica.

Finalmente, en el centro de la mácula, justo donde la depresión de la retina es mayor, es donde se sitúa la fóvea, que es una parte de la mácula que mide aproximadamene 1,5 mm de ancho  y que se ocupa de realizar la mayor parte de su trabajo a la hora de construir la visión central de nuestro campo visual. 

¿Cómo es la estructura de la fóvea?

La fóvea está formada por diferentes partes:

• Capa de fotorreceptores. Está formada por células fotosensibles que se encargan de convertir la luz en impulsos nerviosos que, después, el cerebro transforma en imágenes.
• Zona avascular foveal. Es una región de 0,5 mm de diámetro en la que no hay vasos sanguíneos, lo que permite que la luz se detecte sin dispersión ni pérdida. Al ser una región avascular, recibe el oxígeno de los vasos de la coroides, la capa vascular situada debajo del epitelio pigmentario de la retina.
• Hoyo foveal. Es responsable del aspecto de depresión que presenta la fóvea. Esta parte está rodeada por un borde foveal formado por neuronas desplazadas del hoyo. Es la parte más gruesa de la retina.
• Foveola. Es el centro de la fóvea y mide, aproximadamente, 0,2 mm de diámetro. Está formada exclusivamente de conos, los fotorreceptores responsables de la percepción de los colores (no tiene bastones).
• Fóvea central. En esta zona, los conos son muy compactos, muy delgados y tienen un patrón hexagonal. La fóvea central posee una convergencia de 1:1, es decir, tras cada receptor hay una célula ganglionar, y por ello, la transmisión con el cerebro es más directa en esta zona que en cualquier otra parte de la retina.

A medida que nos alejamos de la fóvea central, aparecen bastones más gradualmente y la densidad absoluta de los conos disminuye progresivamente.

¿Cuáles son las funciones principales de la fóvea del ojo?

La fóvea, también denominada a veces fóvea centralis, es la zona de la retina más sensible al color y a la nitidez. Debido a esto, se ocupa de funciones como:

• La percepción de los objetos que tenemos situados justo delante y, sobre todo, aquellos para los que requerimos mayor nitidez, por ejemplo, cuando leemos, cuando miramos un cuadro o cuando miramos la cara de otra persona. Por eso, de la fóvea depende, en gran medida, la agudeza visual de cada persona.
• La percepción del color.

¿Cómo cuidar la fóvea del ojo?

Tanto la fóvea como la mácula en su conjunto son áreas fundamentales de la retina, que es la parte del ojo encargada de convertir la luz en impulsos eléctricos que son enviados a nuestro cerebro. Es decir, se trata, en última instancia, de la parte de nuestros ojos que nos permite ver correctamente el mundo que tenemos enfrente, por lo que es importante que las cuidemos correctamente. 

En la mayoría de los casos, su cuidado pasa por el cuidado general de nuestra vista y, en casos concretos, siguiendo las recomendaciones y tratamientos prescritos por nuestro oftalmólogo si este lo considera necesario.

¿Qué enfermedades oculares y condiciones pueden afectar a la fóvea?

Algunas de los problemas más comunes que suelen afectar a la mácula, y, en consecuencia, también a la fóvea del ojo, son:

• Degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Enfermedad ocular asociada al envejecimiento que provoca un crecimiento anormal de proteínas en la mácula (DMAE seca) o la cicatrización macular debida al crecimiento anormal de vasos sanguíneos y fugas (DMAE húmeda).
• Desprendimiento de retina.
• Agujero macular.
• Pliegue macular.
• Retinopatía diabética. Se produce cuando los niveles elevados y constantes de azúcar en sangre dañan la retina.
• Edema macular. Acumulación de fluidos en la mácula.
• Membranas neovasculares coroideas. Vasos sanguíneos irregulares y frágiles que se desarrollan bajo la retina en una zona denominada coroides.
• Oclusión de la rama venosa de la retina.
• Oclusión de la vena central de la retina.

Existen enfermedades menos comunes que también pueden dañarla en algunos casos, como pueden ser:

• Retinosis pigmentaria. Enfermedad genética que afecta a la forma en la que la retina responde a la luz.
• Retinitis por citomegalovirus. Infección vírica que afecta a la retina.
• Histoplasmosis.
• Retinoblastoma. Tumor maligno que tiene su origen en la retina.
• Enfermedad de Stargardt. Forma de degeneración macular en la que se destruyen los fotorreceptores de la mácula. A diferencia de la degeneración macular asociada a la edad, puede afectar a adultos jóvenes y niños.
• Retinopatía de la prematuridad. Enfermedad que provoca el crecimiento de vasos sanguíneos anormales en la retina. Afecta a bebés nacidos prematuramente.
• Síndrome de Usher. Enfermedad genética poco común que provoca, entre otros problemas, pérdida de visión debida a una retinosis pigmentaria.
• Telangiectasia macular. Enfermedad que provoca la dilatación y fuga de los vasos sanguíneos que rodean la fóvea.
• Otros.

Debido a esto, es recomendable que toda persona (incluidas también personas sanas) visiten a su oftalmólogo con frecuencia para llevar a cabo revisiones rutinarias que permitan controlar la evolución de nuestros ojos e intervenir en las primeras fases en el caso de que se detecte alguna enfermedad. Aunque estas visitas son recomendables a cualquier edad, se vuelven especialmente importantes a partir de los 40 o 45 años, cuando nuestros ojos empiezan a mostrar los primeros signos del envejecimiento.  

¿Qué ocurre si se daña la fóvea?

Cuando alguno de los problemas indicados con anterioridad afecta a la fóvea puede producirse una pérdida de visión.

En este punto puede ocurrir que el cerebro, inconscientemente, busque otra zona de la retina diferente a la fóvea que se pueda utilizar para desarrollar un nuevo punto de fijación. Es lo que se conoce como pseudofóvea.

Conclusiones clave

Fuentes

• Academia Americana de Oftalmología – Partes del ojo
• Academia Americana de Oftalmología – La fóvea
• Wikipedia – Fovea centralis