Endoftalmitis: causas, síntomas y tratamiento
La endoftalmitis consiste en una infección ubicada en el interior del globo ocular. Se trata de un problema que requiere atención urgente. Por esta razón, es importante acudir al médico si se tienen síntomas o si se sospecha de que se pudiera estar ante un caso de estas características.
Índice
¿Qué es la endoftalmitis?
La endoftalmitis es una infección en el interior del ojo que puede afectar tanto a los tejidos internos como al humor vítreo que rellena el interior del globo ocular. Puede estar causada por bacterias o por hongos y, si no se trata a tiempo, puede llegar a suponer la pérdida de la visión en el ojo afectado, por lo que es indispensable recibir atención médica urgente.
¿Cuáles son las causas y tipos de endoftalmitis?
Las causas de la endoftalmitis están siempre vinculadas a la infección de un agente patógeno en el interior del ojo. Los tipos de endoftalmitis que se pueden distinguir son dos, y dependen de la forma en que el agente patógeno en cuestión llega a infectar el ojo.
- Endoftalmitis exógena: Se produce cuando la vía de infección es directamente desde el exterior al interior del ojo. Se puede producir por diversas causas, tales como un traumatismo, una operación o una inyección intraocular. En este caso, el agente infeccioso se introduce en el interior del ojo aprovechando las lesiones presentes y, una vez en el interior, infecta los tejidos o el humor vítreo desencadenando la endoftalmitis.
- Endoftalmitis endógena: Se produce cuando la vía de infección es desde el interior del organismo. Es decir, el agente infeccioso llega al interior del globo ocular a través de la circulación sanguínea. Este tipo de endoftalmitis es menos común que la exógena, y más complicada de diagnosticar debido a que no existe lesión o intervención previa que pueda hacer sospechar de una infección de estas características en el interior del ojo.
¿Cuáles son los síntomas de la endoftalmitis?
Los síntomas más comunes que experimentan los pacientes que sufren endoftalmitis son los siguientes:
- Dolor ocular (sobre todo cuando este aparece después de una lesión, intervención quirúrgica o inyección ocular).
- Enrojecimiento de los ojos.
- Secreción purulenta en el ojo que puede ser blanquecina o amarillenta.
- Párpados inflamados y con apariencia de caídos.
- Problemas de visión, que se presenta como borrosa, disminuida o incluso nula.
¿Cómo se realiza su diagnóstico?
Para diagnosticar la endoftalmitis el oftalmólogo podrá realizar diferentes pruebas. Entre ellas, podrá llevar a cabo una punción vítrea, que servirá para tomar una muestra del líquido del interior del globo ocular y analizarlo posteriormente en el laboratorio. De esta forma, se podrá saber con certeza si existe o no una infección en el interior del ojo y la naturaleza de la misma. Además, también tendrá en cuenta si se ha realizado recientemente una operación o inyección ocular, ya que suelen ser las vías más comunes de una posible infección en el interior del ojo.
¿Qué tratamientos existen para la endoftalmitis?
El tratamiento dependerá del tipo de endoftalmitis que se padezca. Según el caso, se aplicarán medicamentos antibióticos o antifúngicos mediante inyección en el ojo. Asimismo, también se podrá complementar este tratamiento con esteroides para reducir la inflamación causada por la infección.
¿Se puede prevenir?
Para prevenir la endoftalmitis es muy importante tener en cuenta dos elementos:
- Por un lado, es indispensable protegerse correctamente los ojos con gafas protectoras adaptadas a la actividad que se esté realizando en cada momento y que puedan suponer un riesgo (trabajos con maquinaria o en entornos peligrosos, deportes de contacto, etc.). Esto permitirá proteger los ojos de posibles lesiones y, al mismo tiempo, de una posible endoftalmitis a consecuencia de estas.
- Por otro lado, también es indispensable que después de una operación o de una inyección ocular se sigan todas las normas y recomendaciones establecidas por el médico. Esto permitirá que el postoperatorio se lleve a cabo de la forma más correcta posible. Lo que servirá para minimizar al máximo la posibilidad de una infección posterior a consecuencia de la intervención.
Fuentes
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