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Bye bye gafas con Cirugía Refractiva

¿Con miopía siempre hay que llevar gafas?

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La miopía es un problema refractivo bastante frecuente entre la población. Aun así, esto no quiere decir que todos los casos en los que se presenta este problema de la refracción obliguen a usar algún tipo de lentes para evitar la mala visión que provoca. ¿Sabes exactamente cuándo usar gafas si has sido diagnosticado con un cuadro de miopía? ¿Qué determina el uso este tipo de tratamientos?

¿Cómo se diagnostica la miopía?

En casi todos los pacientes, la miopía tiene un síntoma muy claro: pese a ver sin problemas de cerca, presentan problemas de visión o enfoque de los objetos lejanos. Por lo general, estos síntomas empiezan en la infancia y un signo muy característico es que el niño tiene problemas para seguir las indicaciones del profesor en la pizarra.

El diagnóstico de la miopía lo debe realizar un especialista en oftalmología mediante un examen ocular básico, que incluye una evaluación de la refracción que, además de miopía, permite también determinar otros problemas de visión como: hipermetropía, astigmatismo o presbicia.

Normalmente, antes de la exploración, el oftalmólogo usa colirios para dilatar la pupila con el fin de obtener una visión más amplia y detallada del interior del ojo y facilitar la graduación. Posteriormente, con el uso de diversos instrumentos el especialista determinará el número de dioptrías y graduación de cada paciente para poder corregir su problema.

Ojo normal y ojo con miopía

Miopía, ¿cuándo usar gafas y qué tipo de lentes elegir?

Si hemos sido diagnosticados con un cuadro de miopía, conviene hacer una serie de consideraciones y aclaraciones.

  • No es lo mismo que, tras los exámenes correspondientes, tengamos 1 ó 2 dioptrías de miopía que 4, o incluso 10. Las dioptrías, recordemos, son las unidades que permiten saber el poder de refracción de una lente, es decir, el valor recíproco de la distancia focal que puede ser negativo o positivo.
  • Los pacientes que no necesitan ninguna lente para enfocar correctamente los objetos que se encuentran a distancias largas tienen 0 dioptrías, son emétropes. En cambio, quienes sí precisan de este tipo de instrumentos reportan valores negativos y por ello las lentes elegidas en este caso, son de tipo convergente, es decir, con valores positivos como los que hemos descrito.

Por tanto, las graduaciones de las lentes tendrán más o menos dioptrías según el grado de miopía que se le haya diagnosticado a cada paciente.

¿A partir de cuántas dioptrías es necesario usar gafas con miopía?

Saber a partir de cuántas dioptrías es necesario llevar gafas para corregir la miopía vendrá determinado por:

  • Las necesidades para la visión lejana del paciente.
  • El estilo de vida de cada individuo.

En el marco legal, se establece que un conductor debe llevar gafas cuando tiene una agudeza visual binocular similar o superior a 0,5 para la conducción.

Sin embargo, cuando hablamos de la vida diaria, en muchos casos las complicaciones visuales no se presentan hasta que no se llega a -1 dioptrías.

  • Existen personas que pueden necesitar gafas con una graduación de 0,5 dioptrías.
  • Lo habitual es corregir la visión a partir de -1 dioptría, ya que en estos casos comienzan a aparecer dificultades para realizar actividades como conducir, ver la televisión…
  • En el caso de la miopía moderada a alta, las gafas son necesarias la mayor parte del tiempo.
  • Cuando se tiene miopía alta, la visión sin corrección es tan borrosa que las gafas son indispensables para hacer casi todas las actividades.

 

Gafas enfocando la vista de una ciudad

Consejos para elegir las gafas idóneas para la miopía

Ahora bien, si se trata de saber cuándo usar gafas y cómo elegir las más adecuadas para ello, lo primero que debes hacer es acudir a una consulta con tu oftalmólogo y, a partir de su diagnóstico, buscar las gafas más adecuadas. Puedes hacerlo siguiendo algunos de los siguientes consejos y siempre dejar asesorarte por tu óptico-optometrista:

  • Los índices de reducción de la miopía empiezan en 1,5 dioptrías y aumentan a medida que la reducción es mayor. O dicho de otra manera, un mayor índice de refracción supone más reducción y una lente más fina, debido a que el aumento de densidad de éstas incrementa su potencia.
  • Existe un mito urbano que habla de que una lente más fina es más efectiva. ¡No necesariamente! Depende de cada caso y de las necesidades de cada paciente, dado que la calidad de algunas de estas lentes puede ser menor y, además, casi siempre tienden a ser más delicadas y más caras.
  • En las graduaciones de 2 ó 3 dioptrías, algunos especialistas recomiendan el uso de lentes antirreflejantes, es decir, que disminuyen el efecto de determinados tipos de luz. Esto ayuda a que la visión mejore.
  • Por norma general, las gafas para corregir la miopía tienen la particularidad de que producen un efecto de disminución del tamaño de lo que vemos. Esto se debe a la distancia entre el ojo y la lente de las gafas.
  • Adicionalmente, es usual elegir unas gafas de pasta que otras de metal para estéticamente queden mejor.

También debemos señalar que las lentillas son otra opción de tratamiento para corregir la miopía y sus efectos. En comparación con las gafas, son mucho más avanzadas y no suponen hábitos molestos como cargar el estuche continuamente o el hecho de tener que sacarlas y guardarlas antes y después de cada uso.

¿Es bueno quitarse las gafas de vez en cuando?

A día de hoy, no existe ninguna evidencia científica que demuestre que llevar las gafas puestas durante mucho tiempo empeora la salud visual por lo que, si el oftalmólogo así lo determina, será necesario llevar las gafas el mayor tiempo posible.

Si el paciente se siente incómodo, puede quitarse las gafas de vez en cuando, siempre teniendo en cuenta que lo hace durante periodos en los que no se vea afectada su actividad diaria ni en momentos en los que se realicen sobreesfuerzos con la vista.

¿Qué pasa si tienes miopía y no te pones las gafas?

Es importante usar las gafas todo el tiempo que sea necesario, ya que utilizarlas menos de lo debido puede tener consecuencia negativas como:

  • Dolores de cabeza.
  • Mal humor.
  • Descenso del rendimiento laboral o escolar.
  • Accidentes.

Beneficios de usar gafas con miopía

Usar las gafas cuando se padece miopía tiene los siguientes beneficios:

  • Corregir la visión borrosa. Si necesitamos gafas para corregir la miopía y no las usamos, no veremos de manera nítida y, en consecuencia, nos llegará una información alterada de las imágenes.
  • Disminuir o eliminar molestias causadas por la miopía latente. Si tenemos una graduación que el sistema visual puede compensar (o sea que, pese a necesitar gafas, eres capaz de ver sin ellas), es probable que se manifiesten síntomas como:
  • Compensar desviaciones latentes o manifiestas, como el estrabismoHay correcciones (normalmente prismáticas) que no hacen que la agudeza visual mejore, sino que los ojos funcionen de manera coordinada, eliminando la diplopía (visión doble) o borrosidad causada por una descompensación de los ejes visuales. Si en este caso no se utilizan las gafas, seguramente aparecerán dolores de cabeza, visión doble o borrosa.

¿Puedo alternar entre gafas y lentillas?

Las lentes de contacto son una alternativa a las gafas para la corrección de la miopía y su uso dependerá de lo que aconseje el oftalmólogo. En la mayor parte de los casos, las lentillas pueden usarse de manera segura para desarrollar las actividades de la vida cotidiana, pero es importante seguir las recomendaciones del médico y las instrucciones del fabricante.

Otros posibles tratamientos de la miopía

Además de las gafas graduadas o las lentes de contacto, existen otras alternativas que permiten a la mayoría de los pacientes poder ver bien desde todas las distancias sin necesidad de elementos ópticos externos.

Ortoqueratología

La ortoqueratología u orto-k es un tratamiento que consiste en la colocación de unas lentillas correctoras especiales durante la noche y que puede ayudar a corregir transitoriamente algunos defectos refractivos como la  miopía o el astigmatismo.

El funcionamiento de esta técnica es el siguiente: mientras el paciente duerme, las lentillas de ortoqueratología van aplanando la superficie corneal, moldeándola de forma que el paciente puede mejorar su visión durante las horas posteriores del día siguiente.

De cualquier forma, se trata de un tratamiento con limitaciones respecto a:

  • El número de dioptrías que se pueden corregir (suelen ser bajas).
  • Los tipos de defectos refractivos que se pueden corregir (no siempre se logran buenos resultados).

Además, la que aportan las lentillas orto-k  es siempre una corrección de carácter transitorio, ya que la córnea siempre vuelve a tomar su forma inicial, la incorrecta, por lo que el usuario tiene que volvérselas a colocar cada noche para que vuelvan a hacer efecto.

Cirugía refractiva

Otra alternativa a la que recurren cada vez más usuarios es la cirugía refractiva. Se trata de un conjunto de técnicas quirúrgicas que pueden ser de varios tipos (láser, colocación de una lente intraocular…) pero que tienen siempre una  finalidad común: corregir o reducir al máximo los defectos refractivos oculares.

Estas intervenciones tienen varias ventajas:

  • No son invasivas.
  • Son muy seguras.
  • Apenas ocasionan molestias para el paciente, ya que no requieren ingreso.
  • En la mayoría de los casos permiten obtener una óptima calidad visual y olvidarse de gafas y lentillas.
  • Por último, la mayoría de las personas con miopía u otros defectos refractivos son candidatas a este tipo de operación.

¿En qué consiste la cirugía Lasik?

Conclusiones clave

* En la vida diaria, lo más habitual es comenzar a usar gafas cuando la graduación de miopía alcanza las -1 dioptría, especialmente cuando se desarrollan actividades que requieren la visión lejana.

* Llevar las gafas de manera continuada no empeora la visión.

* No llevar las gafas cuando son necesarias puede provocar dolores de cabeza, descenso del rendimiento labora y escolar y accidentes.

Fuentes



 

Autor

  • Dr. Fernando Llovet

    El Dr. Fernando Llovet es oftalmólogo especialista en cirugía refractiva, cirugía de la presbicia y cataratas. Además, es co-fundador de Clínica Baviera. Desarrolla su labor asistencial en Clínica Baviera Madrid y Clínica Baviera Valencia.

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