¿En qué consiste la sinequia ocular?
La sinequia ocular es una alteración oftalmológica poco frecuente por la que se producen adherencias entre algunas estructuras del ojo. Las sinequias oculares más frecuentes son las sinequias iridianas en las que el iris se adhiere a la córnea o al cristalino, provocando inflamación, dolor y, en algunos casos, subida de la presión intraocular y pérdida de la visión.
Índice
¿Qué es la sinequia ocular y cómo afecta a la visión?
Como hemos visto, las sinequias oculares afectan especialmente al iris, que es una membrana pigmentada, que hace las veces de diafragma, y controla la cantidad de luz que penetra en el ojo a través de la pupila. El iris separa la cámara anterior y la córnea de la cámara posterior y el cristalino, por donde se produce la circulación del humor acuoso, el líquido que contribuye al mantenimiento de la presión intraocular.
Las sinequias alteran la circulación del humor acuoso, dificultando que este líquido fluya con la debida normalidad, y pueden provocar un aumento de la presión intraocular, uno de los síntomas más característicos del glaucoma. En los casos más graves, la sinequia puede llegar a producir ceguera.
Aunque es una enfermedad que suele apreciar a primera vista porque puede afectar a la morfología de la pupila, en la mayoría de los casos solo es diagnosticada tras un minucioso examen en el que se emplea un oftalmoscopio o una lámpara de hendidura.
¿Qué tipos de sinequia ocular existen?
Existen dos tipos de sinequia ocular según las partes del interior del ojo que resulten afectadas por las adherencias.
- La sinequia ocular anterior o iridocorneal es aquella que se presenta cuando la adherencia afecta al iris y a la córnea. Afecta al flujo del humor acuoso desde la cámara anterior del ojo a la cámara posterior del ojo, pudiendo provocar un glaucoma de ángulo cerrado.
- La sinequia ocular posterior o iridocristalina es aquella en la que la adherencia se da entre el iris y el cristalino. Bloquea el paso del humor acuoso desde la cámara posterior del ojo a la cámara anterior del ojo. Si la adherencia entre el iris y el cristalino es de 360º se denomina seclusión pupilar.
Independientemente del tipo de sinequia que se presente, lo más importante del asunto es que la anomalía sea tratada en el menor plazo posible. Cuando no es así, la inflamación que caracteriza a este problema puede dar lugar a efectos como la deformación de las pupilas, el glaucoma secundario y otras enfermedades similares.
¿Sabes cuáles son las causas de la sinequia ocular?
Como decíamos anteriormente, la sinequia ocular no es igual en todos los casos. Si bien sus síntomas y efectos son más o menos los mismos en la mayoría de pacientes, existen varias causas que favorecen su aparición.
Traumatismos oculares
Los golpes o daños que tengan como centro la zona ocular pueden derivar en una sinequia. Lo más habitual es que quien la sufra presente enrojecimiento y dolor en los ojos. Sea como sea, para que haya una sinequia tiene que existir una lesión suficientemente fuerte como para que se produzca una alteración del flujo del humor acuoso.
Complicaciones de una cirugía ocular
Las cirugías no siempre tienen las consecuencias que esperamos. Muchas de ellas dejan secuelas que, de no ser tratadas como es debido, pueden derivar en situaciones como una sinequia.
Factores congénitos
Algunas personas nacen con esta anomalía. Los especialistas se encargarán, a partir de este momento, de paliar sus efectos para que ésta no tenga ninguna incidencia en el desarrollo de sus labores diarias. Sin embargo, estas personas tienen un mayor riesgo de reincidencia.
Uveítis
Hablamos en este caso de la inflamación que se presenta en el interior del ojo y que afecta cualquiera de las partes de la úvea: el iris, el cuerpo ciliar y los coroides. La sinequia se produce generalmente cuando este tipo de inflamación es significativo.
Cataratas
También esta enfermedad puede llegar a alterar la fluidez del líquido acuoso en las cámaras anterior y posterior del ojo. Hablamos, por supuesto, de casos en los que el grado de afectación es especialmente alto.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas específicos de esta afección variarán según la causa que la haya provocado, pero suelen incluir:
- Enrojecimiento del ojo.
- Dolor ocular.
- Inflamación.
¿Cómo se tratan las sinequias oculares?
El objetivo de todos los tratamientos para las sinequias oculares es evitar que aparezcan complicaciones más graves, como deformaciones pupilares o glaucoma secundario. El pronóstico de cada paciente dependerá única y exclusivamente del grado de evolución de la enfermedad y del estado de su sistema visual.
Colirios ciclopéjicos y midriáticos
Estos fármacos tienen un efecto dilatador sobre la pupila y pueden contribuir a prevenir y romper las adhesiones, sobre todo en los casos de sinequias posteirores.
Antiinflamatorios
Para combatir la inflamación típica de las sinequias se pueden utilizar corticoesteroides de aplicación tópica.
Medicamentos para tratar el glaucoma: betabloqueadores
Estos fármacos se utilizan para controlar la presión intraocular y evitar daños en el nervio óptico.
Cirugía
En casos muy graves de sinequia ocular o cuando el paciente sufre glaucoma de ángulo cerrado, se puede optar por realizar una iridotomía láser periférica o por tratamientos quirúrgicos que se suelen emplear para controlar el glaucoma.
Fuentes
1 Comentario
Hola, estuve leyendo síntomas y me sirvió para sacarme dudas de mis problemas en los ojos , muchas gracias , fue muy util
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