Córnea gruesa: ¿cuáles son sus consecuencias?

Cada persona tiene un grosor corneal diferente. Conocer con exactitud este parámetro usando un procedimiento para medir el espesor corneal es muy importante a la hora de valorar una intervención de cirugía refractiva y hacer un diagnóstico certero de glaucoma o cualquier otra patología que afecte a la córnea.

¿Qué es la córnea?

La córnea es la ventana transparente en la parte frontal del ojo que permite el paso de la luz desde el exterior al interior del ojo y protege el iris y el cristalino, además de otras estructuras oculares.

Estas son sus principales funciones:

• Junto con la esclerótica (parte blanca del ojo), ayuda a proteger este órgano evitando la entrada de suciedad, gérmenes y otras partículas. 
• La córnea también filtra parte de la luz ultravioleta (UV) del sol.
• Además, posee propiedades ópticas de refracción.

Córnea gruesa: ¿qué significa?

El espesor de la córnea depende de varios factores:

• La edad del paciente. Habitualmente, las personas jóvenes tienen un grosor corneal mayor que las personas de más edad.
• La raza del paciente. Las personas caucásicas suelen tener un espesor corneal mayor que los afroamericanos o los asiáticos.

¿Cuál es el grosor normal de la córnea?

Un rango normal de grosor de la córnea está entre 540 µm y 560 µm; µm representa medidas en micrómetros, es decir, una millonésima parte de un metro. Una córnea gruesa tiene 565 µm o más, y una córnea muy gruesa tiene más de 600 µm.

¿Qué enfermedades están asociadas con la córnea gruesa?

Los pacientes con una córnea gruesa pueden padecer las siguientes enfermedades:

• Diabetes. El grosor de la córnea a menudo aumenta en pacientes diabéticos. Se ha postulado como causa la función anormal del endotelio corneal, quizás como resultado directo de la acumulación de glucosa y sorbitol.
• Alteraciones o enfermedades corneales como la distrofia de Fuchs o las ectasias corneales también están relacionadas con esta irregularidad.

Debido a todo ello, conocer el  grosor de la córnea se ha convertido en un dato clave para los estudios preoperatorios que se realizan antes de cirugías para corregir astigmatismo, miopía o hipermetropía.

Córnea gruesa y cirugía refractiva

Tener la córnea gruesa o, mejor dicho, con un espesor mayor que la media no tiene por qué necesariamente ser un factor perjudicial para la vista. Es más, es incluso positivo para poder realizar con mayor seguridad una cirugía refractiva, ya que en este tipo de intervenciones la acción del láser adelgaza un poco la córnea según las dioptrías que se pretendan eliminar.

Aunque es preciso estudiar cada caso de forma individual a través de una topografía corneal, por lo general se considera que:

• Para poder eliminar completamente entre 8-9 dioptrías de miopía mediante una intervención con láser, es necesario que el grosor de la córnea sea de entre 520-600 micras. 
• Para miopía y otros defectos refractivos más bajos (de entre 3 a 6 dioptrías) dicho espesor debería estar entre las 490 y 530 micras. 

El poder realizar o no la cirugía depende también de otros factores que deben ser analizados por el oftalmólogo durante una primera consulta.

¿Qué relación existe entre el espesor corneal y la presión intraocular?

En los últimos años, se ha demostrado que, para medir correctamente la presión intraocular (PIO), un factor básico en el diagnóstico certero y preciso del glaucoma es el grosor de la córnea de cada paciente.

El grosor corneal es importante porque puede enmascarar la lectura exacta de la presión intraocular, llegando  a provocar que el oftalmólogo inicie un tratamiento por una condición que puede no existir realmente o, contrariamente, retrasar el inicio de las medidas necesarias.

Esto ocurre porque el grosor corneal puede alterar los resultados de la tonometría de la siguiente forma: 

• Dar una presión intraocular más alta de lo que realmente es en pacientes con córnea gruesa.
• Ofrecer unos resultados más bajos de los verdaderos en personas con córneas delgadas.

Afortunadamente, la tecnología ahora está increíblemente avanzada, lo que significa que el diagnóstico erróneo de glaucoma es un fenómeno extremadamente raro. Aún así, para evitar ofrecer un diagnóstico inapropiado de glaucoma, es fundamental que el oftalmólogo mida con precisión el grosor de la córnea de cada paciente y lo tenga en cuenta a la hora de establecer un diagnóstico, realizando las pruebas complementarias que sean necesarias.

¿Para qué sirve  la paquimetría?

Para medir con exactitud el grosor o espesor de la córnea del globo ocular se utiliza un examen denominado paquimetría corneal. Se trata de un  método muy rápido, ya que no se invierte más de un minuto en la medición de los dos ojos, y es totalmente indoloro para el paciente, que tampoco va a notar molestias de ningún tipo.

Con este sencillo sistema se gana precisión en el diagnóstico de los daños en el nervio óptico provocados por el glaucoma, una enfermedad bastante frecuente pero con grandes posibilidades de curación si se trata a tiempo.

Fuentes

• Glaucoma.org – The importance of corneal thickness
• BrightFocus Foundation – Glaucoma and Corneal Thickness
• National Library of Medicine – The thick and thin of the central thickness in glaucoma 
• ScienceDirect – Cornea Thickness