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Visión estereoscópica o estereopsis: ¿qué es?

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La visión estereoscópica o estereopsis es la capacidad que tiene el ser humano de integrar en una sola imagen tridimensional, en relieve y con suficiente profundidad, las imágenes que llegan al cerebro de cada uno de los dos ojos.

¿Cómo es el proceso de la visión estereoscópica?

El proceso de la visión estereoscópica tiene lugar en el cerebro y se trata de un proceso que, a grandes rasgos, consiste en lo siguiente:

  1. El cerebro recibe dos imágenes distintas (una de cada ojo) y las analiza.
  2. A continuación, genera una sola imagen con las siguientes características:
  • Tridimensional.
  • En relieve. 
  • Con profundidad.

Se trata de un proceso complejo que implica que tanto los ojos como el cerebro funcionan correctamente.

Existen algunas anomalías que pueden alterar este proceso, como algunos tipos de estrabismo  que dificultan la transformación de las imágenes en dos dimensiones (2D), procedentes de cada ojo, en una única imagen en tres dimensiones (3D).

Visión estereoscópica: ¿es una capacidad innata?

La generación de imágenes estereoscópicas no es una capacidad innata en el ser humano. Al menos, no hasta que el sistema visual esté completamente desarrollado.

Según diversos estudios, no es hasta más allá de los 10-12 años cuando los seres humanos adquieren el nivel máximo de capacidad para poder ver perfectamente en 3D. Dicho de otro modo, durante toda nuestra infancia vamos perfeccionando esa visión, que en un principio es plana o en 2D.

Durante el tiempo en el que nuestro cerebro no ha alcanzado la capacidad para generar imágenes 3D perfectas, o cuando no lo acaba de conseguir por la presencia de algún tipo de disfunción, lo que hace nuestro cerebro es suplir este déficit utilizando otros datos. Como, por ejemplo, la nitidez de la imagen. Esto permite obtener información relativa al relieve o a la profundidad de las imágenes. Pero, en realidad, es un truco del ojo para suplir la falta de percepción en 3D. 

¿Qué factores pueden afectar a nuestra visión estereoscópica?

Se calcula que aproximadamente un 5% de la población (algunos estudios aumentan este índice hasta el 10%) padece algún tipo de problema que le impide disfrutar de una óptima visión estereoscópica. 

Son diversos los factores que pueden provocar que no contemos con una correcta visión en relieve o profundidad, como, por ejemplo:

  • Diferentes tipos de estrabismo. La mayoría de las personas con problemas de estereopsis son niños con algún tipo de estrabismo que afecta a la coordinación de los ojos, lo que impide que las imágenes lleguen adecuadamente al cerebro.
  • Distancia interpupilar (DIP) anormal.
  • Desviación latente de los ejes visuales, lo que se conoce como foria.

Test de vision estereoscópica

¿Qué problemas están asociados a una mala visión estereoscópica?

Las personas con problemas en su visión estereoscópica no logran captar imágenes perfectas en profundidad, relieve y tridimensionalidad, lo cual puede acarrearles problemas a la hora de realizar actividades como:

  • Conducir y practicar deportes de velocidad (bicicleta, paracaidismo, parapente, etc.).
  • Jugar a ciertos videojuegos.
  • Ver películas en 3D.
  • Dedicarse profesionalmente a determinados sectores de la industria que exijan trabajar con aparatos de alta precisión. 

¿Cómo se valora la estereopsis? Test de visión estereoscópica o estereograma

Ya sea por una patología visual o por un mal funcionamiento del cerebro, las personas con mala visión estereoscópica deben ser convenientemente diagnosticadas con el fin de valorar las diversas opciones de tratamiento, puesto que se trata de una importante anomalía visual.

Existen diversos tests específicos para realizar este diagnóstico que normalmente consisten en un dibujo en dos dimensiones que “esconde” una imagen virtual en tres dimensiones que solo se puede ver si utilizamos los dos ojos de manera correcta.

Debemos tener en cuenta dos consideraciones a este respecto:

  • Estos tests sirven para detectar las consecuencias de un problema visual, como el estrabismo o el ojo vago, pero no son adecuados para valorar estas patologías. Se necesitarán pruebas adicionales.
  • Suelen ser útiles a partir de los tres o cuatro años, pero no en niños de menor edad.

Test para detectar el ojo vago

Los estereogramas o tests de este tipo más usuales son:

Test de Limus

Se utilizan unas gafas polarizadas para percibir unos objetos que poseen cierta profundidad. Esta prueba está formada, a su vez, por tres tests:

  • Test de la mosca. Muestra la imagen de una mosca con unas alas translúcidas y se pide al niño que trate de atrapar dicha imagen con objeto de determinar el grado de profundidad de su visión y si hay o no estereopsis.
  • Test de círculos. Es una lámina con nueve rombos numerados de diferentes tamaños. Cada uno de ellos contiene cuatro círculos de los cuales solo uno se muestra elevado. El niño debe señalar cuál es el círculo que sobresale sobre el resto.
  • Test de animales. Tiene tres niveles y en cada uno de ellos hay una fila de animales, pero solo uno de ellos está en relieve. El niño debe identificar cuál de ellos es.

Test de Randot

En este test para saber si el niño ve en 3D se utilizan las gafas polarizadas y el paciente observa una serie de imágenes en las que debe descubrir figuras geométricas ocultas. También tiene diferentes niveles.

Test E

En este test de ambliopía también se utilizan gafas polarizadas. El paciente debe observar una serie de imágenes de la letra E y tiene que indicar en cada una de ellas hacia qué lado se dirigen las líneas de la letra.

Test de Dolman

En este caso se trata de dos varillas que poseen idéntico diámetro y están separadas a una cierta distancia. El paciente que realiza este test de visión binocular tiene que mover una de ellas para que queden equidistantes.

Test TNO

Consiste en una serie de láminas que muestran diferentes objetos. El niño, usando unas gafas polarizadas, debe indicar qué objetos ve, ya que hay figuras que sólo pueden ser identificadas cuando los ojos tienen la capacidad de trabajar de forma coordinada.

¿Existe un tratamiento para la visión estereoscópica?

Dependiendo de las características del paciente, sobre todo en el caso de niños, existen diversos tratamientos que cuentan con un porcentaje de mejora muy elevado  cuando existen problemas en la visión estereoscópica. 

Algunos de los tratamientos más habituales son los siguientes: 

  • Corrección del estrabismo.
  • Corrección del ojo vago que puede estar causado por un estrabismo o por una anisometropía, es decir, la existencia de grandes diferencias de graduación entre un ojo y el otro.
  • Terapia visual.

En cualquier caso, es el especialista quien debe valorar, según el problema de base existente y el grado de afectación, qué tipo de medidas deben tomarse para tratar de resolver o mejorar una mala visión estereoscópica. 

La detección precoz es fundamental

Como ocurre en la mayoría de las patologías y problemas visuales, en el caso de las dificultades para generar imágenes estereoscópicas, la detección precoz es primordial. 

En la mayor parte de las ocasiones, las anomalías relacionadas con la estereopsis están relacionadas con problemas de estrabismos y microestrabismos, y suelen comenzar a edades muy tempranas (puede ser un problema congénito o desarrollarse en los 2 o 3 primeros años de vida). Estas anomalías deben corregirse antes de que el niño complete su desarrollo visual (hasta los 8 años aproximadamente) para evitar que se manifieste una ambliopía que dificulte su visión en la edad adulta.

Lo cierto es que los tratamientos han mejorado notablemente y, hoy en día, existen una serie de técnicas y métodos que permiten la estimulación de las células del cerebro para que activen una serie de señales de la disparidad retiniana y, de esta manera, recuperar la visión en relieve o tridimensional.

Una vez más, se demuestra que los chequeos periódicos son totalmente imprescindibles para mantener una buena salud visual y para poder disfrutar del sentido de la vista en toda su plenitud y máximas capacidades.

Fuentes 



 

Autor

  • Dr. Carlos Laria

    El Dr. Carlos Laria es oftalmólogo especialista en estrabismo y oftalmología pediátrica. Desarrolla su labor asistencial en Clínica Baviera Alicante y Valencia.

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