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Bye bye gafas con Cirugía Refractiva

Factores que hacen aumentar la miopía

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La miopía es un defecto refractivo que provoca una mala visión de los objetos lejanos debido a que la imagen se forma delante de la retina, mientras que, en la mayor parte de los casos, la visión de cerca no sufre ninguna alteración. Pero, ¿hasta cuándo aumenta la miopía?

Como norma general, la miopía suele aparecer a una edad muy temprana, entre 6-8 años, y tiende a aumentar durante la etapa de crecimiento y desarrollo de la persona, deteniéndose sobre los 18 años. Muchos padres se asustan porque a esas edades se produce un aumento de la miopía en poco tiempo.

¿La miopía aumenta con la edad?

La miopía se debe a un defecto de la curvatura de la córnea o a una variación en  la forma del ojo (suele ser más alargado de lo normal). 

Este defecto refractivo se mide en dioptrías y su tendencia al aumento se debe a que mientras el niño o niña crezca el ojo se hace más grande, aumentando, al mismo tiempo, el número de dioptrías. De este modo, podemos decir que es la propia variación de la anatomía del ojo la que hace que aumenten las dioptrías y, con ella, la miopía. 

Este problema suele compensarse con un aumento progresivo de la graduación de las gafas del paciente que, a partir de cierta edad, tiende a estabilizarse. 

Ojo normal y ojo con miopía

¿A qué edad se suele estabilizar?

Existen diversas teorías que determinan hasta qué edad puede aumentar la miopía. Por lo general, la miopía simple suele aparecer hacia los 6 u 8 años, y su desarrollo siempre va en aumento hasta que se detiene el crecimiento de la persona (en torno a los 18 años). 

Sin embargo, además de la miopía simple, también existen casos de miopía magna, alta miopía o miopía patológica. Hablamos de miopía magna para referirnos a aquellos casos en los que la miopía continúa aumentando a lo largo de toda la vida adulta del paciente. 

Por lo tanto, la miopía magna (que se considera una enfermedad y puede provocar otros problemas como el desprendimiento de la retina y/o la pérdida de visión) es una de las causas que explica por qué se produce un avance de la miopía en adultos.

¿Existen factores que pueden favorecer el aumento de la miopía?

Los expertos en oftalmología coinciden que la miopía es un defecto de la morfología del ojo que, en la mayor parte de los casos, tiene un componente genético. Por lo tanto, si el padre o  la madre, o al menos uno de ellos, padece este problema, sus hijos tienen más posibilidades de sufrir miopía.

Sin embargo, no existe un consenso respecto a la causa directa de la aparición de la miopía. En consecuencia, tampoco queda del todo claro qué factores pueden favorecer su aumento. 

Algunos expertos afirman que determinados factores ambientales relacionados con el estilo de vida durante la primera infancia podrían ser determinantes en el desarrollo. En este sentido, la realización de actividades que requieran forzar la vista a corta distancia se vincularía con mayores probabilidades de ser miope. 

Algunas de estas actividades serían las siguientes: 

  • Jugar con videojuegos
  • Usar el teléfono móvil
  • Leer en dispositivos electrónicos

No obstante, aunque exista mayor prevalencia de miopía en niños que realizan estas actividades, esta cuestión aún no ha sido demostrada con rigor científico.

Otras investigaciones aseguran que aquellos niños que pasan más tiempo al aire libre y realizando actividades en espacios con exposición a la luz solar pueden llegar a reducir el índice de prevalencia de miopía hasta en un 2%. Sin embargo, de nuevo se trata de una teoría que, a día de hoy, no ha sido confirmada ni rechazada por la comunidad científica. 

¿Qué tratamientos pueden llegar a frenar la miopía?

En esta cuestión, lo que está claro es que las gafas, si bien permiten ver aceptablemente a la mayoría de miopes, ni ralentizan ni aceleran la miopía. Es decir, es totalmente falsa la afirmación de que la miopía aumenta si no te pones gafas. 

Así mismo, tampoco es efectivo graduar las gafas con menos dioptrías de las que realmente corresponden al paciente. 

Por último, no existe evidencia científica que demuestre que se puede frenar o corregir la miopía con ejercicios o terapia visual.

En los últimos años, han aparecido varios tratamientos que parece que, en cierta medida, sí han demostrado ser eficaces para frenar la evolución de la miopía. Son los siguientes: 

Lentes de ortoqueratología u orto-k

Se trata de lentillas que los niños utilizan durante la noche. Estas lentillas rígidas permiten frenar el aumento de la miopía entre un 40% y 50%. 

Sin embargo, también hay que mencionar que se trata de un tratamiento que puede provocar algunas complicaciones en los ojos de los niños, por lo que solo se recomienda en los casos más graves. 

Gotas de atropina

Nuevos estudios han comprobado que la aplicación oftálmica a bajas dosis de gotas de atropina en niños de entre 5 y 12 años permite ralentizar el aumento de la miopía. A diferencia de las lentes de ortoqueratología, este medicamento tiene menos efectos secundarios. 

No obstante, algunas investigaciones también han llegado a la conclusión de que puede producirse un efecto rebote en el caso de que se abandone el tratamiento. 

Cirugía refractiva

La cirugía refractiva, que puede realizarse en pacientes mayores de edad, una vez la miopía lleva un tiempo estabilizada, es realmente la única vía realmente efectiva para corregir la miopía sin que el paciente tenga la necesidad de llevar gafas o  lentillas. 

Cada vez más personas se apuntan con éxito a esta intervención por su eficacia, seguridad y  rapidez de recuperación (casi siempre se realiza mediante cirugía ambulatoria con láser).

Niña durante revisión oftalmológica

¿Cómo se cura la miopía de los ojos?

En el caso de adultos, existen tres tratamientos que permiten solucionar los problemas de la vista derivados de la miopía: 

  • Uso de gafas: las gafas permiten modificar la forma en que la luz se refracta en nuestra retina, permitiendo así que el paciente vea correctamente a pesar de tener un problema refractivo como es la miopía. Tiene la contrapartida de que la persona requiere del uso de gafas de forma permanente. 
  • Uso de lentes de contacto: su sistema para corregir la miopía es igual que el de las gafas. La diferencia entre unas y otras se presenta en que las lentes de contacto se ubican directamente sobre la superficie del ojo. Al igual que sucede con las gafas, la persona debe usar las lentillas de forma continuada para ver correctamente. 
  • Cirugía refractiva: la cirugía refractiva es el único tratamiento que realmente corrige el problema de la miopía, liberando a la persona de la necesidad de disponer de dispositivos correctores como gafas o lentillas. 

La cirugía refractiva suele hacerse mediante tecnología láser, por lo que es una de las operaciones de ojos más fáciles y sencillas de realizar. Mediante esta cirugía se modifica la superficie del ojo del paciente y se adapta a su graduación y dioptrías. De esta forma, se consigue que la persona vea correctamente sin necesidad de utilizar ningún dispositivo corrector, simplemente usando sus propios ojos. 

¿Es grave tener miopía?

En principio, la miopía es un problema refractivo que afecta a la visión del paciente. De esta forma, se presenta como un problema que limita la vista del paciente, haciendo que su vida sea más incómoda al no ver correctamente de lejos. 

Sin embargo, en los casos de miopía magna, la deformación del ojo es tal que puede comprometer su estructura. Es decir, en estos casos más graves, la tensión que la deformación del ojo produce la miopía es tal que puede llegar a afectar a la retina. En estos casos, se puede llegar a producir un desprendimiento de retina, lo que puede comprometer  de forma grave la  vista. 

¿Qué grado de miopía se considera alto?

A partir de 6 dioptrías se considera que  una miopía es alta. Y a partir de 8 se considera miopía magna. Es decir, aquella que puede afectar a la estructura del propio ojo y, con ella, a la retina. 

¿Cuál es la miopía más baja?

Por lo general, se suele considerar que la miopía baja varía entre 0,5 y 3 dioptrías. 

Fuentes



 

Autor

  • Dra. Clara Martín

    El Dra. Clara Martín es oftalmóloga especialista en cirugía refractiva, cirugía de la presbicia y cataratas. Desarrolla su labor asistencial en Clínica Baviera Madrid, Clínica Baviera Ciudad Real y Clínica Baviera Alcalá de Henares.

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