Infografía: Los riesgos de una operación en los ojos, las claves para prevenirlos
Mediante una operación de cirugía refractiva es posible corregir los problemas de refracción sin necesidad de gafas y lentillas. Se trata de una intervención ambulatoria, que en la mayoría de casos se realiza mediante técnica LASIK, y que se caracteriza por su sencillez, rapidez, seguridad y por no tener prácticamente efectos secundarios.
Pero, como toda operación, la cirugía refractiva entraña algunos riesgos. Los más comunes son leves y pasajeros: sensibilidad a la luz, dificultades de visión nocturna, sensación de cuerpo extraño en el ojo, irritación y sequedad ocular.
Menos frecuentemente, una operación de este tipo puede provocar también infecciones o defectos en la correcciones que precisan de algún retoque.
En todo caso, estos problemas pueden evitarse o minimizarse acudiendo a los controles y revisiones pautados por el especialista y siguiendo sus consejos: tratamiento con colirios antiinflamatorios y antibióticos, lágrimas artificiales y cuidadosa limpieza del ojo operado.
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