¿Qué es la fotofobia?
A prácticamente todas las personas nos molesta en algún momento el exceso de luz. Este tipo de molestias, provocan que cerremos los ojos, pero cuando se trata de una fotofobia aguda, puede llegar a afectar a nuestra calidad de vida.
Índice
¿Qué es la fotofobia?
La fotofobia es una molestia ocular ante una luz brillante o iluminación excesiva que provoca el cierre espontáneo de los ojos como medida de protección. Aunque puede causar dolor, la fotofobia no es una enfermedad, sino un síntoma que puede aparecer asociado a varios motivos y en distintos grados de intensidad.
Fotofobia causada por las características propias del ojo
No debemos confundirnos. La fotofobia no es una enfermedad, es un síntoma muy común que aparece por causas variadas. Las mismas características del ojo pueden producir una mayor sensibilidad a la luz. Este es el caso de las personas con los ojos claros, que, debido a que sus ojos presentan una menor pigmentación del iris, dejan pasar mayor cantidad de luz, siendo, por tanto, más sensibles. Las personas que más molestias sufren por este motivo son las albinas, pero también las personas que están pasando por el postoperatorio de una intervención en los ojos. En este último caso, todo volverá a la normalidad pasado un tiempo; en el caso de personas con ojos claros, deberán tener especial cuidado con el sol durante toda su vida.
Los albinos constituyen un caso especial dentro del grupo de personas con ojos claros. El déficit de pigmentación en la retina, el iris y la coroides – el revestimiento vascular del interior del ojo – hace que la pupila se vea de un color rojo y el iris de color azul claro, grisáceo o violáceo. La melanina oscurece el iris, protegiendo así los ojos de la luz. Por eso, las personas con albinismo son especialmente vulnerables a este factor. La falta de pigmentación no sólo les puede provocar fotofobia, sino también una gran pérdida de agudeza visual y estrabismo, entre otros problemas.
Fotofobia causada por traumatismos
La fotofobia no siempre está causada por características intrínsecas al ojo. En muchos casos, la fotofobia es un síntoma que nos avisa de que algo va mal, por eso hay que prestar especial atención si empezamos a sufrir una mayor sensibilidad a la luz.
Un traumatismo en la córnea puede causar el aumento de la sensibilidad a la luz. Este tipo de traumatismos pueden ocurrirle a cualquiera, pero son especialmente comunes entre personas que trabajan en entornos industriales en los que puedan sufrir el impacto de partículas de metal, madera, etc.
Los traumatismos no suelen tener mayor complicación, pero si una partícula se queda incrustada en el ojo, podría dar lugar a problemas mayores, como úlceras o queratitis. Este tipo de traumatismos se pueden prevenir usando una protección adecuada. Existen distintos tipos de gafas para trabajar, según el tipo de riesgo que puedan sufrir nuestros ojos.
Hay que tener en cuenta que nadie está exento de este tipo de problemas. En cualquier momento puede introducirse una partícula en el ojo y causar un traumatismo. Sin embargo, son los portadores de lentillas quienes más riesgo tienen de provocarse una herida en el ojo. Esto suele ocurrir cuando se usan las lentillas más horas de la cuenta, cuando no se cambian con la frecuencia recomendada o cuando no se mantiene una higiene adecuada. También si se sufre de ojo seco se debe extremar la precaución para evitar que la lentilla se quede “pegada” al ojo, causando daños. En caso de haber sufrido un traumatismo en el ojo, lo recomendable es no usar lentillas hasta que se haya roducido una recuperación.
Fotofobia causada por patologías oculares
La fotofobia es síntoma habitual de las patologías oculares inflamatorias como la conjuntivitis – inflamación de la conjuntiva-, la uveítis -inflamación de la úvea- o la iritis – cuando se inflama el iris.
Estas inflamaciones pueden estar causadas por traumatismos o infecciones entre otras causas, pero en cualquier caso provocan que nuestros ojos parezcan más vulnerables.
Fotofobia relacionada con problemas neurológicos
La intolerancia a la luz es común entre las personas que sufren migrañas o cefaleas. Alrededor del 80% de las personas que sufren migrañas tienen fotofobia y, de hecho, las personas que sufren migrañas son más sensibles a la luz aún cuando no estén padeciendo un episodio.
Por otro lado, el consumo de ciertos fármacos y drogas que afectan al sistema nervioso tiene también como efecto secundario la fotofobia. A menudo estas sustancias dilatan artificialmente la pupila. En estos casos, la fotofobia remite tan pronto se deje de tomar la sustancia que la provoca. Algo similar ocurre cuando en la consulta de oftalmología se dilata la pupila para la exploración del fondo del ojo. Al estar totalmente abierta, la pupila capta más luz de la necesaria y, por esta razón, tenemos una mayor sensibilidad a la luz. Los efectos no suelen durar más de unas horas, ¡aunque pueden llegar a prolongarse por un par de días!
¿Cómo protegerse cuando tenemos fotofobia?
Cuando tenemos fotofobia, sea cual sea la causa de la misma, debemos tomar una serie de medidas para proteger nuestros ojos y así sobrellevarla de la mejor manera posible.
- En casa es recomendable bajar las luces y persianas y evitar el contacto con la luz solar, que es la más intensa. Mientras podamos, es preferible mantener los ojos cerrados.
- Si tenemos que salir a la calle, es recomendable utilizar sombrero y gafas de sol oscuras y que protejan la máxima superficie posible.
- Acudir al médico para determinar las causas de la intolerancia a la luz, ya que dependiendo de cuales sean se le podrá dar solución o no. A veces tan solo retirar o cambiar un medicamento es suficiente.
- No es recomendable conducir si se padece una enfermedad que nos provoca fotofobia, no obstante, las personas que la sufren sin un motivo patológico deberían usar gafas de sol polarizadas, ya que este tipo de lentes neutralizan algunas longitudes de la luz solar, eliminando así los brillos producidos por superficies horizontales.
- Otra opción para las personas con fotofobia son las lentes fotocromáticas, que se oscurecen o aclaran dependiendo de la cantidad de luz que haya.
Fuente
Dialnet – Fotofobia, ¿es siempre una condición benigna?
No hay comentarios
Todavía no hay comentarios.
Escribe un comentario