Ojos rojos o irritados por usar lentillas: ¿cómo actuar?

Los ojos rojos a causa de las lentillas son uno de los principales síntomas asociados a un uso excesivo o inadecuado de estas. Cuando usamos lentillas de forma habitual es importante seguir una serie de recomendaciones para asegurarnos de que nuestros ojos están en buenas condiciones y pueden descansar correctamente. 

Sigue leyendo y te contamos todas las claves que debes conocer para evitar los síntomas más molestos asociados a un uso excesivo de las lentillas.

Ojos rojos y lentillas: ¿por qué están relacionados?

A pesar de que son muy cómodas y nos permiten no tener que usar las gafas, un uso incorrecto de las lentillas puede acarrear una serie de problemas que pueden favorecer la aparición de ojos rojos y otros síntomas molestos (escozor, picor, lagrimeo, sensación de sequedad ocular, etc.). 

Algunos de los problemas más habituales relacionados con la aparición de ojos rojos a causa de las lentillas son los siguientes: 

Limitan el paso del oxígeno

Aunque los materiales con los que se fabrican las lentillas son cada vez mejores, estas siguen limitando el acceso de oxígeno a la córnea.

La córnea es la capa más externa del ojo y es sobre ella donde se colocan las lentillas. La córnea apenas tiene vasos sanguíneos, ya que esto entorpece la función visual. 

Como consecuencia, cuando una persona pasa demasiado tiempo con las lentillas puestas o usa unas lentillas que no están en perfecto estado de conservación, pueden aparecer molestias y ojos enrojecidos.

Limitan la hidratación del ojo

Las lentillas afectan a la hidratación del ojo. Aunque los materiales han evolucionado mucho, es imposible evitar por completo su efecto negativo sobre la lubricación del ojo. La lentilla limita la cantidad de lágrima que llega a la córnea, por lo que otro problema habitual entre las personas que usan lentillas es el ojo seco.

Mal uso de las lentillas 

Otra situación que puede favorecer la aparición de los ojos rojos o irritados a causa de las lentillas es un mal uso de estas. Usarlas más tiempo del recomendado por el fabricante, así como dormir con las lentillas puestas, puede conllevar una irritación elevada de la conjuntiva, lo que puede desencadenar la aparición de los ojos rojos o, incluso, de problemas más graves. 

¿Qué patologías están relacionadas con un mal uso de las lentillas?

Las principales patologías que pueden aparecer como consecuencia de un mal uso de las lentillas son las siguientes: 

Pueden favorecer la aparición de conjuntivitis

La patología más común relacionada con el uso de las lentillas es la conjuntivitis, que puede ser  de tipo vírico, bacteriano o irritativo, según el origen de la misma. Además, en los casos más graves, un mal uso de las lentillas puede llegar a desarrollar conjuntivitis papilar gigante. 

Pueden favorecer la aparición de queratitis

La queratitis es también una infección común entre los usuarios de lentillas. Se trata de una infección de la córnea que puede ser causada por bacterias, hongos y otros microorganismos. A menudo aparece a causa de una mala higiene de las lentillas que deja el ojo expuesto a infecciones.

Ojos rojos y lentillas: ¿se pueden prevenir? 

Los ojos rojos e irritados a causa de un mal uso de las lentillas son muy molestos pero, en la mayoría de casos, no se trata de un problema grave. 

No obstante se deben tener una serie de cuidados para evitar problemas y molestias.

Mantener una correcta higiene de las lentillas

Mantener una estricta higiene de las lentes de contacto y del estuche para conservarlas. En este sentido, es importante no usarlas más tiempo del debido y desecharlas cuando se cumpla el tiempo recomendado de uso. Estas son las recomendaciones más importantes respecto a la higiene de las lentillas.

Evitar frotarse los ojos y usar lágrima artificial

No debemos frotarnos nunca los ojos. Si notamos sequedad, se pueden usar lágrimas artificiales y si nos molestan las lentillas se deben retirar y descansar. 

Frotando los ojos podemos introducir bacterias dentro de ellos. Además, si nuestros ojos están liberando histamina, frotarlos no hará más que incrementar las molestias, ya que la histamina se extenderá por toda la superficie ocular.

Proteger los ojos de agentes potencialmente peligrosos

Evitar los factores potencialmente irritantes para los ojos, como el agua, el sol, el polvo o los ambientes secos.

En este sentido, es importante recordar que nunca debemos entrar al agua con las lentillas puestas. Sobre todo si es en la piscina, ya que el agua de la piscina estropea el material con el que están hechas las lentillas y deja los ojos más vulnerables.

Además, cuando estamos en espacios al aire libre, es muy importante que utilicemos gafas de sol homologadas para protegernos de la radiación ultravioleta. 

No dormir nunca con las lentillas puestas

Uno de los cuidados más importantes que debemos tener en cuenta cuando usamos lentillas es no quedarnos dormidos con ellas puestas. Debido a la mayor sequedad ocular y a que no somos conscientes de la molestia que causan, podemos despertarnos con daños importantes en la conjuntiva o en la córnea del ojo.

Usar lentillas de buena calidad

Un aspecto muy importante que debemos tener en cuenta es que no todas las lentillas son iguales. En este sentido, debemos usar lentillas de buena calidad, así como un líquido de lentillas que garantice su correcta conservación y mantenimiento. 

¿Cómo quitar los ojos rojos causados por las lentillas?

Si tenemos los ojos rojos causados por el uso inadecuado o excesivo de las lentillas, lo primero que debemos hacer es quitárnoslas. Debemos hacerlo con cuidado. Si tenemos dificultades para conseguirlo, lo más recomendable será lubricar el ojo con lágrimas artificiales o suero fisiológico. Al aumentar la hidratación del ojo será mucho más fácil retirar la lentilla. 

A continuación, debemos:

• Dejar descansar el ojo. Lo más recomendable será tumbarnos y cerrar los ojos para que puedan recuperar su estado normal.
• Además, es muy recomendable no utilizar las lentillas durante los siguientes días. De esta forma nos aseguramos de que descansen correctamente y por completo. 

En cualquier caso, si notamos molestias que no cesan después de habernos retirado las lentillas, lo más recomendable será acudir al oftalmólogo de inmediato. El especialista podrá realizar una revisión completa del estado del ojo y, si es necesario, prescribir un tratamiento concreto para favorecer una mejor recuperación. 

Fuentes

• Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Lentes de contacto
• Academia Americana de Oftalmología (AAO) – Ojo rojo