Gafas rayos uva: indispensables para disfrutar con seguridad
Las cabinas de rayos UVA son un método eficaz para estar morenos durante todo el año y conservar el bronceado que hemos alcanzado durante los calurosos y luminosos meses de verano. Pero estas cabinas también entrañan sus riesgos, por lo que es totalmente indispensable utilizarlas con las debidas precauciones, sobre todo si hablamos de nuestra salud visual.
En este artículo te contamos por qué en estos casos debes usar unas gafas para rayos UVA especialmente diseñadas para su uso en cabinas. Continúa leyendo.
Índice
¿Qué peligros tienen las cabinas de rayos UVA?
Las cabinas de rayos UVA funcionan con potentes filtros que eliminan las radiaciones ultravioletas del tipo B, que son las que más afectan a la piel, y sólo dejan pasar las del tipo A, responsables del bronceado rápido, pero que afectan a las fibras elásticas de la piel. Si se abusa de las mismas, pueden producir:
- Envejecimiento prematuro.
- Sequedad en la piel.
- Y, sobre todo en personas con la piel muy blanca, quemaduras y lesiones de diversa gravedad. En este punto, debemos recordar que la piel que ha recibido mucha exposición solar sin protección tiene un mayor riesgo de sufrir lesiones en un futuro. Las lesiones más graves y temidas son los cánceres de piel (carcinomas y melanomas), pero también existen numerosos tipos de lesiones benignas, como los léntigos o las queratosis actínicas.
Sin embargo, muchas personas no son conscientes de que estos tratamientos estéticos también pueden afectar a la vista, favoreciendo la aparición de enfermedades como:
- Cataratas.
- Degeneración macular.
- Además, los rayos ultravioletas conocidos como UV-A y UV-B son absorbidos , sobre todo, por el cristalino del ojo, pudiendo causar fotoqueratitis, que es una quemadura que se produce sobre la córnea y que puede llegar a ser muy peligrosa y dolorosa para el paciente.
Además, hay que tener en cuenta que las células de los ojos, al contrario que las células de la piel, no tienen la habilidad de regenerarse. Esto significa que los daños ocasionados en los ojos por la acción de los rayos ultravioleta pueden ser, en algunos casos, además de graves también crónicos o permanentes.
¿Cómo son las gafas para rayos UVA?
Es imprescindible que todos los usuarios de cabinas de rayos UVA, sin excepción, usen gafas de protección al realizarse este tratamiento.
Estas gafas deben tener las siguientes características:
- Deben tener un filtro que proteja los ojos de los rayos ultravioletas.
- Deben cumplir, sino superar, las normativas internacionales de seguridad y contar con el certificado CE.
- Deben ser totalmente opacas.
- Deben adaptarse perfectamente al contorno de los ojos.
- Deben colocarse fácilmente y deben mantenerse en su posición, sin ser retiradas, durante todo el tiempo que la persona pase en la cabina.
La opinión de los expertos: usar gafas protectoras
La recomendación de los expertos es muy clara:
- En primer lugar, no abusar de los rayos UVA.
- Siempre que se aplique este tratamiento es totalmente imprescindible colocarse las gafas protectoras, que, por otro lado, son obligatorias. Pensar que con cerrar los párpados se consigue una protección suficiente para los ojos es totalmente falso y peligroso. La piel de los párpados es extremadamente fina, delicada e insuficiente para proteger los ojos de los efectos negativos provocados por las radiaciones UV.
- Por otro lado, antes de entrar en una de estas máquinas, es conveniente asegurarse de que.
- El establecimiento ha pasado todos los controles legales.
- La máquina está en perfectas condiciones.
- Se le realiza un mantenimiento adecuado.
- Tampoco está de más pedir información sobre los beneficios, posibles riesgos, tiempo límite de exposición, recomendaciones de periodicidad y, sobre todo, si según el fototipo de piel de cada persona puede realizarse este tratamiento. Las cabinas de rayos UVA no están recomendadas para los siguientes sectores de la población:
- Personas con un fototipo de piel 1 y 2 (muy clara y sin pigmento).
- Personas que tienen muchas manchas, pecas y lunares en la piel.
- Por precaución, tampoco deberían broncearse con rayos UVA los pacientes cuyos ojos son especialmente sensibles a la luz de sol o que tienen antecedentes de determinadas enfermedades degenerativas de la retina.
La protección de los ojos no debe limitarse a los rayos UVA, puesto que tomar el sol sin protección o practicar ejercicios al aire libre en ambientes de mucho sol o de nieve también pueden dañar nuestros ojos.
En estos casos, unas buenas gafas de sol puede convertirse en nuestras mejores aliadas para practicar nuestros deportes preferidos y disfrutar de la naturaleza y del sol con total seguridad.
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