La hipermetropía y el astigmatismo son dos de los defectos de la refracción (ametropías) más frecuentes, junto a la miopía. Normalmente decimos que un paciente tiene un problema refractivo cuando, por un mal funcionamiento óptico, el ojo no es capaz de proporcionar una buena imagen ya que ésta no se enfoca correctamente en la retina.
La hipermetropía puede producirse porque el ojo es más corto de lo habitual (al contrario de lo que ocurre en la miopía) o porque el cristalino y la córnea del paciente tienen un poder de enfoque más reducido de lo normal.
De esta forma, los objetos que están más cerca del paciente no pueden ser enfocados sobre la retina, sino que la imagen del objeto se forma detrás de la retina. Por lo tanto, el principal síntoma de la hipermetropía es una visión borrosa de los objetos cercanos.
El astigmatismo viene producido por un problema en la córnea que no presenta la misma curvatura en todas las zonas. Este defecto impide el correcto enfoque, tanto de los objetos lejanos como de los objetos cercanos, ya que los rayos de luz se enfocan en más de un punto (delante, detrás o en la propia retina).
El principal síntoma del astigmatismo es que el paciente ve borrosos o poco nítidos tanto los objetos lejanos como los objetos lejanos. Las personas que sufren astigmatismo también pueden tener dificultades para apreciar los pequeños detalles a todas las distancias.
La hipermetropía y el astigmatismo y la miopía y el astigmatismo pueden aparecer asociados cuando el paciente, además de sufrir el problema de esfericidad que provoca el astigmatismo, tiene una falta o exceso de potencia de refracción de los medios transparentes del ojo (córnea y cristalino) con respecto a la longitud del ojo. Esto provoca que las imágenes de los objetos situados a cierta distancia converjan en un punto situado delante (astigmatismo miópico) o detrás de la retina (astigmatismo hipermetrópico).
El astigmatismo hipermetrópico es un tipo de astigmatismo compuesto que causa visión borrosa a todas las distancias, aunque con más incidencia en las distancias cercanas. También puede causar una visión distorsionada de los objetos.
Existe otro tipo de astigmatismo compuesto, que es el que se conoce como astigmatismo miópico (astigmatismo asociado a miopía).
Como curiosidad, la incidencia del astigmatismo hipermetrópico es, aproximadamente, la mitad que la del astigmatismo miópico, según un estudio realizado en el Reino Unido.
Además de los ya comentados, el astigmatismo hipermetrópico puede hacer que se manifiesten los siguientes síntomas:
El paciente que note los síntomas descritos, debe acudir a un oftalmólogo para determinar si tiene un problema de visión y, en caso afirmativo, para graduarse correctamente.
Una vez llegado a este punto, el oftalmólogo le puede ofrecer diversas opciones para corregir el problema:
El especialista en oftalmología recomendará a paciente la opción más adecuada para él tras evaluar su caso, teniendo en cuenta, entre otros, factores como la anatomía de su ojo, sus necesidades visuales o su edad.